Las pruebas de resistencia (stress test) realizadas por el Comité Europeo de Supervisores Bancarios y por el Banco de España ponen de manifiesto que Banco Santander mantendría sus ratios de solvencia aun en el peor escenario barajado.

En el contexto más adverso, Banco Santander preservaría un ratio de capital Tier 1 del 10%, el mismo del cierre de 2009, que es la referencia de partida de estos tests.

Este ratio de capital está entre los más altos de la banca europea y mundial y se ha alcanzado sin apoyos públicos. Además, está muy por encima del 6%, nivel que se ha considerado por los reguladores como mínimo para no requerir capital adicional. Además de mantener los ratios de solvencia intactos en ese hipotético escenario adverso señalado por los reguladores, Banco Santander obtendría beneficios, generaría capital y continuaría con su actual política de pay-out, lo que implica distribuir entre sus accionistas alrededor del 50% del beneficio ordinario. Lógicamente, este beneficio sería menor en un contexto tan negativo.

El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, ha señalado: "el resultado de las pruebas de resistencia reafirma el éxito del modelo Santander. Somos un banco retail con una fuerte diversificación geográfica, de negocios y clientes. Estamos presentes en una
decena de países con cuotas de mercado de más del 10%, lo que nos permite ser muy eficientes".