Históricamente los equipos de fútbol en España estaban organizados como Clubes de Fútbol, técnicamente 'asociaciones deportivas no mercantiles'. Este sistema de organización cuenta con sus pros y sus contras en temas de fiscalidad, presentación de cuentas y organización interna del club.
En 1990, la Ley 15/1990 del Deporte reguló esta figura con el objetivo de mejorar la transparencia económica y jurídica de las empresas que operaban en el mundo del deporte profesional en España y creó la figura de la Sociedad Anónima Deportiva. A día de hoy, ninguna SAD ha realizado su salida a Bolsa.
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A la espera de que el fútbol salte al parqué bursatil, la inversión extranjera ya ha comenzado a interesarse por algunos de los grandes clubes españoles. Desde el grupo chino Wanda, que tiene una participación en el accionariado del Atlético de Madrid, hasta el empresarios Peter Lim, que compró en el verano pasado el Valencia CF, pasando por el Grupo Rastar, que acaba de hacerse con el RCD Espanyol.
Adolf Rousaud, socio director de Rousaud Costas Duran, el despacho español que ha gestionado la compra del RCD Espanyol por parte del Grupo Rastar, es miembro del nuevo consejo de administración del club blanqui azul. Espectador privilegiado del panorama futbolístico actual, señala que el reto actual de los equipos españoles es mejorar sus modelos de financiación. "Aún no hay clubes españoles en Bolsa, pero los habrá", explica en una entrevista al diario Expansion.
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