MADRID, 02 JUN. (Bolsamania.com/BMS) .- “Con España sumida en la crisis económica, muchos españoles se cuestionan la figura del Rey, largo tiempo venerado por su papel en la llegada de la democracia a la nación, pero ahora vigilado con lupa por su estilo de vida de lujo y su opaca fortuna”. Estas son las primeras palabras que le dedica The New York Times a la noticia de la abdicación de su Majestad, en un interesante artículo que destaca la llegada de Juan Carlos I al trono sin apenas dinero en 1975 y el hecho de que la fortuna de la Familia Real supere ahora los 2.300 millones de dólares.

Recuerda el rotativo estadounidense, y lo señala como punto de inflexión, el accidente sufrido por el Rey en Botswana, cuando se fracturó la cadera durante una cacería de elefantes. Este “episodio provocó una disculpa real inusual, pero sus daños colaterales han dejado a su Majestad recalibrando a la Institución. Intensificó sus apariciones públicas, abrazó su papel de refuerzo en los negocios internacionales y como conciliador ante la furia por las medidas de austeridad impuestas”.

Sin embargo, una y otra vez el presupuesto de la Casa Real y sus posesiones han sido puestos en tela de juicio. “Han tratado de ser mas transparentes al revelar su presupuesto anual”, señala Herman Matthis, profesor de Finanzas en la Universidad de Bruselas, quien analiza el gasto público de las monarquías europeas y buscó sin éxito información sobre la fortuna personal del Rey de España. “Supongo, al menos, que es millonario, pero la cuestión es: ¿es multimillonario? ¿cuál es su verdadera riqueza?”.

Además, The New York Times, que califica de “annus horribilis” los últimos tiempos de la Familia Real Española, recuerda que su Majestad “ha tratado de distanciarse del caso de tráfico de influencias en el que se ha visto envuelto su yerno, Íñaki Urdangarín, que está acusado de emplear una fundación sin ánimo de lucro para malversar dinero público y explotar su pertenencia a la monarquía para esquivar los procesos de licitación estándar”.

En sus viajes, señala el rotativo estadounidense, “el Rey puede aceptar regalos en nombre del Estado español, pero no hay una lista pública de los mismos. Con los años, ha recibido yates, una casa en una isla, automóviles de lujo... que han provocado mensajes de Twitter como este: 'Los españoles en zapatillas y el Rey con 70 coches'”, recoge el diario.

En medio de la crisis, continúa The New York Times, el Rey y el Príncipe Felipe acordaron reducir un 7% el presupuesto de la Casa Real, pero para muchos no es suficiente, y las encuestas señalan que los españoles anhelan una mayor transparencia sobre sus cuentas. Mientras, los partidarios y asesores de la Monarquía describen a su Majestad como un recurso insustituible con relaciones incomparables con los líderes mundiales. “Desde el punto de vista empresarial, Juan Carlos I es el primer embajador de España”, afirma César Alierta, presidente de Telefónica.

S.C.