Según un estudio de Roland Berger Strategy Consultants, los costes de producción en China crecerán un 75% hasta el 2015. Las políticas de control de natalidad, el envejecimiento muy rápido de la población, la disminución de la población activa y el aumento de costes de fabricación propiciarán un cambio de sentido en el crecimiento acelerado del gigante asiático. Según los expertos de Roland Berger, China comienza a mostrar signos de debilidad que puede tener consecuencias importantes en las próximas tres décadas.

Esta subida en los costes de producción se debe a los crecientes costes de exportación y de transporte. Desde 2006, los costes de exportación en China han crecido considerablemente más que en otros países - 49% frente a un promedio mundial de sólo el 13% -. Los costes de transporte también han aumentado, debido al aumento del consumo mundial de energía.

Según el estudio de Roland Berger, China se está enfrentando a nuevos retos debido al envejecimiento de la población. Uno de cada cuatro chinos será mayor de 60 años en 2030 por lo que China se encontrará con un problema demográfico elevado debido a la política de un hijo por familia. El número de jubilados aumenta y la población activa disminuirá en un 10%, por lo que habrá 100 millones de trabajadores menos en 2030.

A su vez, las medidas del Gobierno chino de mejorar las condiciones de las zonas rurales están disminuyendo la migración hacia las áreas urbanas. Por lo que la escasez de mano de obra resultante ejercerá mayor presión sobre los salarios.

En este sentido, aunque la subida de salarios es la principal causa del aumento de los costes laborales, el efecto combinado de la inflación y la presión para facilitar el tipo de cambio acelerará aún más la pérdida de competitividad.

 
Según Thomas Wendt de Roland Berger, "las empresas extranjeras que han movilizado su producción a China deben replantearse su estrategia de "outsourcing",  ya que la ventaja competitiva de China está disminuyendo debido al aumento de los costes laborales y de producción.

"Incluso el hecho de que el Gobierno chino sigua centrándose en el desarrollo económico es un desafío para el tradicional modelo de bajo coste. En cuanto a la economía de China, estamos observando un alejamiento de las industrias de trabajo intensivo con bajo valor añadido", continúa Wendt.

Las industrias clave, como la textil, ya han alcanzado el punto de inflexión y están al borde de una disminución en su cuota de mercado. Muchas empresas están por lo tanto, mirando a los países vecinos, como Vietnam con unas relaciones comerciales más favorables y menores costes de producción. Sin embargo, todavía hay oportunidades de expansión en China, pero sólo en industrias como semiconductores y de automoción. 

Las empresas deben revisar su estrategia en China: Aunque el ciclo de bajo coste está llegando a su fin, hay muchas otras oportunidades en China para las empresas por el ahorro de costes. Por ejemplo, China está ofreciendo incentivos fiscales y descuentos de compra de tierras para beneficiar a sus regiones centrales y occidentales, así como incentivos a los proyectos de alta tecnología.

Sobre Roland Berger

Roland Berger Strategy Consultants es una consultora estratégica de origen alemán presente en España desde hace 25 años (1986).En la actualidad cuenta con más de 36 oficinas en 25 países. La Firma está compuesta por un equipo de 180 socios y 2.000 consultores estratégicos que trabajan para más de 1000 clientes a nivel internacional en cada uno de los siguientes sectores clave: financiero, energía, industrial, telecomunicaciones, tecnología, medios, farmacéutico, distribución, consumo y químico.

Este estudio puede descargarse gratis en: www.rolandberger.com/pressreleases