El Sport Center de Olympia Quirónsalud dispone de una innovadora cámara monoplaza Oxybárica, diseñada para proporcionar una hiperoxigenación completa a las células del cuerpo. Esta avanzada tecnología permite la mejora de múltiples patologías y dolencias, desde la cicatrización de heridas hasta la recuperación de pacientes oncológicos, convirtiéndose en una herramienta clave en el bienestar general y la recuperación física.
La medicina hiperbárica, que consiste en suministrar oxígeno a una presión superior a la atmosférica para incrementar la cantidad de oxígeno en la sangre, muestra resultados extraordinarios en el tratamiento del pie diabético, úlceras crónicas, traumatismos de partes blandas y en la curación de infecciones causadas por gérmenes anaerobios, como la gangrena. Además, promueve el rejuvenecimiento cutáneo y el bienestar general.
“Cuando los procesos metabólicos están ralentizados por la falta de oxígeno, disponer de una hiperoxigenación adecuada puede disminuir la sensación de agotamiento y aumentar el rendimiento deportivo”, asegura la Dra. Ane Escribano, médico hiperbarista de Olympia Quirónsalud. Asimismo, esta terapia desempeña un papel decisivo en el manejo agudo de traumatismos y lesiones, acelerando la recuperación y mejorando la curación de fracturas.
La doctora Escribano destaca el potencial de la medicina hiperbárica para tratar y prevenir las complicaciones derivadas de los tratamientos oncológicos. "Muchos cánceres son tratados con radioterapia, lo que puede generar toxicidades agudas o tardías como la cistitis rádica o la osteorradionecrosis. La oxigenoterapia hiperbárica es un procedimiento valioso para mitigar estos efectos adversos, mejorando la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Además de aliviar los síntomas, este tratamiento optimiza la recuperación y mejora la respuesta del sistema inmunológico”, subraya la doctora.
El centro médico-quirúrgico Olympia ha tratado con éxito a más de 150 pacientes, aplicando sesiones terapéuticas adaptadas a cada patología. “Por ejemplo, las úlceras crónicas suelen requerir entre 30 y 40 sesiones, mientras que las lesiones osteoarticulares se tratan con 10 a 15 sesiones a una presión de 2,4 atmósferas”, explica la Dra. Ane Escribano.
En el ámbito estético, la especialista afirma que esta tecnología puede potenciar los efectos de tratamientos como el ácido hialurónico o el bótox, mejorando la textura de la piel y estimulando la producción de colágeno. “También es particularmente beneficiosa para la cicatrización rápida y eficaz de heridas postquirúrgicas, como en cirugías estéticas faciales o mamarias”, concluye la Dra. Escribano.