La semana pasada fue el primer aviso, una vez que las letras a tres meses se colocaron en terreno negativo por primer vez. Una situación que provocó que el Tesoro decidiera modificar las normaspara acudir a las subastas del Tesoro, que se aplicarán por primera vez en la emisión de letras a 3 y 9 meses que se celebra hoy. ¿El motivo? Proteger al inversor particular de eventuales rentabilidades negativas de las letras. 

Con el objetivo de "velar por los intereses" de los suscriptores de deuda pública, el Tesoro ha introducido un nuevo párrafo en la resolución que dictó a principios de este año explicando el calendario de subastas a celebrar y el procedimiento de suscripción y desarrollo de la deuda del Estado. El organismo dependiente del Ministerio de Economía ha decidido que a partir de ahora las peticiones de letras del Tesoro que se realicen mediante la suscripción no competitiva se declaren automáticamente como no presentadas en caso de que el tipo medio de una subasta, al incluir dichas solicitudes, resultase negativo
. Las peticiones no competitivas son aquellas en las que el comprador declara la cantidad que quiere adquirir, pero no la rentabilidad mínima que espera y estas adquisiciones se adjudican automáticamente al tipo medio ponderado.

De no haberse cambiado esta normativa, lo cierto es que muchos inversores  podrían haber perdido dinero si la rentabilidad caía por debajo de cero. Esta disposición se aplicará a todas las subastas de letras del Tesoro que se celebren en lo que queda de 2014 y enero de 2015, que suman en total once operaciones, pues a la del próximo martes, que será la última de agosto, hay que sumar dos más cada mes.

Sin embargo, no es exclusiva la rebaja en el interés del bono español. La rentabilidad del bono alemán se coloca por debajo del 1%,  2.2 puntos  básicos respecto al cierre del pasado viernes. El bono italiano redujo la prima hasta 160 puntos básicos. Incluso se recortó el diferencial entre Francia y Alemania tras la dimisión del Gobierno galo.

Bono español a diez años


Por otra parte, l a deuda portuguesa a diez años se reduce en 15,5 puntos básicos y está a punto de perder el 3%. Por su parte, la griega cotiza al 5,7%, casi cinco puntos básicos menos que al cierre del viernes.