MADRID, 02 OCT. (Bolsamania.com/BMS) .- Como si los alcistas del mercado no tuvieran suficientes quebraderos de cabeza, se produce un “cierre” del Gobierno en Estados Unidos y planea sobre ellos la amenaza de un default del Tesoro. Es más, el analista Mark Hulbert, colaborador de MarketWatch, añade hoy otra preocupación: cerca de la mitad de los directores financieros de las compañías creen que la renta variable está sobrevalorada. “Esta sorprendentemente bajista opinión es una de las conclusiones que podemos extraer de la última encuesta elaborada por Duke CFO Magazine Global Business: un 40,2% de los ejecutivos alertaron sobre esta situación y advirtieron que este desequilibrio se corregirá a la baja”, explica el experto norteamericano.

Llama la atención esta respuesta porque debemos tener en cuenta que para estos insiders, los que sin duda mejor conocen los entresijos de sus empresas, sus acciones siempre están infravaloradas. Así, Hulbert explica que detrás de sus respuestas podría haber muchas razones, pero la mayoritaria es el temor a tipos de interés más altos: “sólo el 7% de los directores financieros consultados cree que los tipos de largo plazo caerán desde los niveles actuales”. Sin embargo, como todos sabemos, “hablar es gratis”, afirma este analista para recordar que el verdadero miedo debería llegar si los ejecutivos acompañan sus palabras con actos o lo que es lo mismo con ventas masivas. “Y ese no parece ser el caso”, declara.

No obstante, el editor de Hulbert Financial Digest aconseja ser cautos y no desechar del todo esta información. “El anonimato que les proporcionan este tipo de encuestas podría inducir a los directores financieros a estar más dispuestos a revelar sus verdaderos sentimientos. Después de todo, una buena parte de su trabajo es ser las 'animadoras' (cheerleaders) de las acciones de sus compañías. Por tanto, cuando hablan de forma oficial o ejecutan operaciones en el mercado a la vista de todos pueden sentirse obligados a ser más alcistas de lo que realmente creen justificado. Si es así, prepárense para 'fuegos artificiales' en las bolsas en las próximas semanas o meses.

De momento, la renta variable hace caso del consejo de Hulbert y opta por recoger beneficios “por lo que pueda pasar”. Así, aunque la reacción inicial al primer shutdown en Estados Unidos desde 1995-1996 fue de calma, incluso indiferencia, la falta de avances en este sentido y la cercanía de las negociaciones en torno al techo de deuda, ha teñido de rojo las bolsas del Viejo Continente, que cierran la jornada que marca el ecuador de la semana con pérdidas del 0,75%. Lastradas también por un débil dato de cambio de empleo ADP de agosto (sobre todo si tenemos en cuenta que con el “cierre” de la Administración no está del todo claro que el Informe de Empleo se vaya a divulgar el viernes).

En “rojo” acaba la jornada en la que finalmente Silvio Berlusconi ha apoyado al primer ministro Enrico Letta, al votar a su favor en la moción de confianza a la que se sometía hoy, a pesar de la insurrección que habían protagonizado días atrás los miembros de su partido. Explica Craig Erlam, estratega de Alpari, que “los comicios en las que habría derivado la ruptura de la gran coalición se retrasan ahora hasta que la ley electoral haya sido reformada, que es la única forma de prevenir que vuelvan a producirse situaciones como la que actualmente vive Italia”. Y también una nueva sesión de Banco Central Europeo (BCE): la autoridad monetaria ha mantenido sin cambios los tipos de interés en el 0,5% y tampoco su presidente, Mario Draghi ha ofrecido ninguna novedad durante su comparecencia ante la prensa. El banquero italiano se ha limitado a reiterar que mantendrán los tipos en los actuales niveles (o más bajos) el tiempo que sea necesario y que están listos para actuar cuando sea necesario.

Tal y como destaca Erlam, “los comentarios pro-estímulos del presidente del BCE ya no tienen peso en el mercado”. Aunque en el seno de la autoridad monetaria se discute rebajar el precio del dinero “todo parece indicar que esta posibilidad no se toma en serio”, afirma. Concluye este analista que una cosa está clara: el banquero italiano “está preocupado porque el mercado descuente antes de tiempo una subida de tipos (…) en repetidas ocasiones ha afirmado que los riesgos para el crecimiento se mantienen a la baja (…) El único problema es que Draghi está perdiendo la capacidad de hablar con éxito en el mercado. En algún momento tendrá que cambiar sus comentarios moderados por acciones, es sólo una cuestión de cuánto tiempo tardará en hacerlo y cuál de sus múltiples 'herramientas' se decidirá a usar”.

Sara Carbonell