Con las miradas puestas en Bernanke, el parqué neoyorquino comienza hoy cotizando en negativo con los malos datos macroeconómicos, un día más, tirando de los índices hacia el rojo. Las órdenes de bienes duraderos cayeron un 5,3% en enero, muy por encima del 4% que esperaba el mercado y
las solicitudes de hipotecas se colocaron en su nivel más bajo en lo que va de año al descender un 19,2% la pasada semana. Con el precio del barril de petróleo por las nubes, marcando un nuevo máximo histórico de 102 dólares
y el dólar perdiendo fuerza frente al euro, los ánimos no están para mucha fiesta. Las petroleras sin embargo no se benefician de ese repunte del crudo, Exxon Mobile cede un 0,32%, Chevron un 0,14% y Verizon un 0,16%. La sombra de la inflación amenaza a EEUU y por tanto los inversores temen que la FED no lleve a cabo un recorte del precio del dinero sino que se centre en el control de ese repunte de los precios. Se espera como agua de mayo la comparecencia del presidente de la Reserva Federal hoy y mañana ante el Congreso estadounidense para ver si da alguna pista al respecto. Si ayer a mitad de jornada IMB y MBIA consiguieron dar alas al parqué neoyorquino para que terminara en positivo, la primera por esa autorización para comprar en bolsa hasta 15.000 millones de dólares en sus propias acciones y la segunda por mantener su rating crediticio, los resultados empresariales conocidos hoy caen como un jarro de agua fría. El grupo hipotecario estadounidense Fannie Mae reconoció pérdidas por valor de 2.050 millones de dólares en 2007 frente al beneficio de 4.060 millones de beneficio obtenido en el anterior ejercicio. Además la compañía reconoce que este año será también un año de debilidad para el mercado inmobiliario. Los malos resultados le empujan a “vestirse de rojo”, cede un 5,01% hasta los 25,62 dólares. Gráfico Dow