Islandia ha expresado desde entonces en diversas ocasiones su enojo por el modo en que el Gobierno británico gestionó la situación y en especial por su recurso a la utilización antiterrorista para embargar los activos del banco Landsbanki. "El Comité de Resolución de Kaupthing ha decidido demandar al Gobierno británico y tiene pleno apoyo del Ejecutivo" de Islandia, señala un comunicado de la oficina del primer ministro islandés.
Islandia argumenta que las medidas del Gobierno de Londres contribuyeron a la quiebra prematura del citado banco comercial.
El primer ministro británico, Gordon Brown, y el Ministerio de Economía han defendido en todo momento las medidas que tomaron en su día porque la filial del Kaupthing era incapaz, en su opinión, de cumplir sus obligaciones para con los titulares de depósitos.

