Trichet apuntó el 2 de agosto que era probable que se produjera una subida de tipos en septiembre con una revisión de la postura de los riesgos inflacionistas a "extrema vigilancia", una expresión a la que normalmente sigue una subida de los costes de crédito el mes siguiente.Sin embargo, desde entonces la agitación en los mercados financieros ha llevado al BCE a inyectar liquidez adicional a los mercados, y ha reducido las expectativas de los economistas de que se produzcan ulteriores subidas de tipos.