Se prevé que el Senado ingrese el proyecto demócrata esta semana, después de que la Cámara de Representantes aprobara un plan más pequeño de 825.000 millones de dólares la semana pasada sin el apoyo republicano. El Congreso debe apresurarse para cumplir con el plazo límite que impuso Obama, que pretende que la ley entre en vigencia a mediados de febrero, para apuntalar a una economía sumida en una recesión de trece meses. Algunos de los proyectos polémicos del enorme paquete de estímulo económico son considerados como valiosas monedas de cambio para ganar el apoyo de los escépticos republicanos.
El influyente senador demócrata Richard Durbin, de Illinois y 'número dos' de su partido en la Cámara alta, expresó que su partido está abierto a las enmiendas republicanas al plan de estímulo. "Les hemos dicho que estamos abiertos a esto. Vengan con sus ideas, si quieren hacer cambios y ofrecer enmiendas", desveló Durbin en "Fox News Sunday".
Los demócratas ahora controlan 58 escaños en el Senado pero, según las normas, requieren 60 votos para conseguir la luz verde y evitar los obstáculos procedimentales que pueden enarbolar los republicanos.
¿SE NECESITAN GRANDES CAMBIOS?
Otro importante republicano, el senador Jon Kyl de Arizona, aseguró ayer que el apoyo de su partido al plan de estímulo del presidente se está debilitando y que se necesitan "importantes cambios estructurales" para lograr su apoyo. "Tiene que partir desde el principio y reconstruir esto", expresó Kyl, 'número dos' del Partido Republicano en el Senado, en el programa televisivo "Fox News Sunday".
También afirmó que con el proyecto, cuyo coste será de aproximadamente 900.000 millones de dólares (más de 707.000 millones de euros), "se pierde un montón de dinero". Kyl abordó algunos puntos del paquete que incluyen una rebaja tributaria de 500 dólares (unos 393 euros), la creación de decenas de nuevos programas gubernamentales y la transferencia de fondos a los estados.
Los republicanos no quieren retrasar el plan de estímulo, pero demandan "grandes reformas que lo redirijan" para que se centre en el colapso de la industria inmobiliaria y las rebajas de impuestos, comentó Kyl.

