Esta semana debería proporcionarnos, teóricamente, mucha emoción. Pero sólo teóricamente. La realidad será más plana. Se reúnen nada menos que 4 bancos centrales (Fed, BoE, BCE y SNB) y hay Cuádruple Hora Bruja el viernes, aparte del ZEW alemán de mañana y, en EE.UU., inflación (miércoles), Ventas Por Menor (jueves) y Producción Industrial (viernes).

Seguiremos sujetos a unas bolsas laterales que, en caso de duda rebotan (como el viernes, con energía), y sujetas a una volatilidad muy baja (VIX 10%), así que el panorama no debería cambiar a corto plazo. En primer lugar, aunque no suceda hasta el miércoles, la subida de tipos por parte de la Fed (+25 p.b., hasta 1,25%/1,50%) podría ser lo más importante, pero ya está completamente descontada, así que no aportará nada nuevo.

Más bien, al coincidir en un día en que unas horas antes, se habrá publicado una inflación americana rebotando hasta +2,2% desde +2,0%, tendremos la sensación de que efectivamente tiene sentido la subida. Será la tercera este año y creemos que en 2018 aplicará otras tantas, hasta 2,00%/2,25%. Pero eso dependerá de la inflación y de lo sólida que sea la macro. Podrían ser sólo 2. Veremos. En un lado de la balanza de 2018 tendremos a J. Powell al frente de la Fed en el lugar de J. Yellen y él es más “hawkish” o duro que ella. Pero, en el otro, una bolsa americana batiendo máximos históricos que podría resultar ser altamente sensible a determinados niveles de tipos… y la Fed no ignora los mensajes del mercado.

Es decir, es improbable que Powell sea “hawkish” si eso hace que las bolsas se resientan. Los otros 3 bancos centrales que se reúnen (BCE, BoE y SNB suizo) no cambiarán nada. Draghi podría decir algo inesperado y/o Carney (BoE) insinuar, si recibe un punto de lucidez, que la subida de tipos que acaba de aplicar (hasta 0,50%) no sirve para contener la inflación importada. Pero si proporcionaran alguna información de este tipo, ésta sería más bien para interpretación y uso de nosotros los economistas e improbablemente movería las bolsas.

En segundo lugar, es improbable que la Cuádruple Hora Bruja del viernes imprima algún sentimiento bajista. Más bien al contrario porque Estados Unidos terminará aprobando “alguna” reforma fiscal que forzará a revisar al alza las estimaciones de BPA’18/19, mejorará las perspectivas sobre el Consumo Privado y la Inversión Empresarial gracias al aumento de la renta disponible de las familias y permitirá creer que la repatriación de liquidez por parte de las compañías americanas (tienen 2,3Bn$ en el exterior) dará lugar a una mejora de los dividendos y al lanzamiento de más programas de compra de acciones propias.

Sólo esa perspectiva basta para disuadir de adoptar una renovación bajista de posiciones en futuros y opciones. Por eso pensamos que el riesgo sigue siendo permanecer fuera del mercado (bolsas).

En tercer y último lugar, esta semana y la próxima ya serán, en la práctica, las últimas en las que mantengamos la mente aún en 2017. Los próximos días viviremos el proceso de “cierre mental” del año, de tránsito de un año a otro. Enseguida empezaremos a actuar pensando en 2018. No es seguro que las bolsas estén caras (excepto los bonos, que sí lo están), pero tampoco es evidente que estén baratas. Sin embargo, esta perspectiva puede cambiar a mejor en cuanto se apruebe “alguna” reforma fiscal en Estados Unidos y se hagan números. Por eso el riesgo es “alcista para bolsas”. Están planas, pero rebotan en cuanto tienen oportunidad. Por eso el riesgo es quedarse fuera. En cuanto “empuje” de nuevo NY, el resto de bolsas le acompañarán.