Santander Wealth Management & Insurance, que aglutina el negocio de banca privada, gestión de activos y seguros, considera que para el próximo año existen “interesantes oportunidades” en las bolsas y especialmente en los ámbitos ligados a la innovación, las inversiones sostenibles y los mercados privados. “En un entorno de transición y disrupción como el que nos encontramos, la gestión activa de las inversiones cobra una especial relevancia”, señala Víctor Matarranz, responsable global de Santander Wealth Management & Insurance, en la carta de presentación del Informe de Perspectivas de Mercados 2022 titulado Invirtiendo en un mundo en transición.

El informe destaca la necesidad de posicionarse en las oportunidades en sostenibilidad, ya que “la presión regulatoria y de la sociedad exige un fuerte compromiso para alcanzar el objetivo de emisiones cero. La sostenibilidad es probablemente la tendencia y la oportunidad más importante en nuestro radar de inversiones dado el impresionante nivel de flujos de inversión de los sectores público y privado que van a canalizarse para optimizar factores medioambientales”.

Adicionalmente, propone valorar inversiones alternativas para diversificar y optimizar la rentabilidad. “Los inversores están incorporando progresivamente los mercados privados para ampliar el conjunto de oportunidades de inversión y captar la prima de iliquidez. La flexibilidad de los gestores de carteras de private equity y private debt les permite explotar múltiples oportunidades en el entorno de mercado y economías en transición que prevemos para los próximos años. La escasez de rendimiento de los activos cotizados puede impulsar la inversión en activos diferentes a los tradicionales”, subraya.

Respecto a las bolsas, ve probable que registren rendimientos de un solo dígito (por debajo del 10%) en 2022, pero claramente superiores a los rendimientos obtenidos por los bonos y la liquidez. No obstante, y aunque las estimaciones de beneficio siguen siendo sólidas, es natural que se produzca una desaceleración respecto a los elevados niveles observados en los primeros trimestres de este año. Por sectores, la entidad prevé buenas perspectivas para el sector financiero, ya que se encuentra en una buena posición para aprovechar las previsibles subidas de tipos, y el sector salud. Además, también tiene una posición positiva en cuanto a la exposición a temáticas de innovación con altas tasas de crecimiento y márgenes resilientes, como ciberseguridad, transición energética, inteligencia artificial e internet de las cosas.

La entidad estima que el escenario central macroeconómico de cara a 2022 seguirá siendo positivo. Esta previsión se basa en un paulatino ajuste en las cadenas de aprovisionamiento globales, un lento descenso en las tensiones inflacionistas y un mantenimiento de tasas de crecimiento por encima de las medias pre-covid. No obstante, la propagación de una nueva variante del virus (Ómicron) con un elevado número de mutaciones podría tener un efecto negativo para estas dinámicas de recuperación. “Los inversores tendrán que asimilar una paulatina desaceleración de los estímulos monetarios, crediticios y fiscales, al tiempo que el sector privado deberá tomar el relevo del impulso económico”, afirma Víctor Matarranz.

En este contexto, la entidad considera conveniente mantener el nivel de riesgo de inversión en las carteras mientras continúe la expansión del ciclo económico. El impulso económico se está desacelerando, pero las previsiones siguen apuntando a un crecimiento del PIB superior a su nivel tendencial (un aumento anual del PIB superior al 5% para este año y de más del 4% en 2022 para la economía global). También aconseja gestionar el impacto de la inflación y buscar retornos reales, así como optar por estrategias de inversión flexibles en renta fija y seleccionar compañías con capacidad de defender márgenes.

“El principal riesgo a nuestro escenario de crecimiento (adicional al de las mutaciones del virus) reside en un entorno no transitorio de inflación que tensione las curvas de tipos de interés globales. Esperamos subidas de los tipos de interés, aunque retrasadas respecto al aumento de inflación, con el consiguiente efecto negativo en los rendimientos reales de liquidez y renta fija de alta calidad crediticia”, explica el informe. En su escenario central, se contempla un nivel de inflación más elevado que en la época pre-pandemia durante los próximos dos años y el inicio de un proceso moderado de subidas de tipos (en Estados Unidos para finales de 2022 y en la zona del euro para 2023).