Tal vez algunos no sepan que el presidente de México conocido como AMLO por el acrónimo de su nombre, Andrés Manuel López Obrador, se levanta con lo que allí se conoce como La Mañanera. Se trata de un discurso diario en el que se dirige a sus compatriotas y que, en el menor de los casos puede rozar las dos horas de duración. Se trata de una retransmisión al alba desde el Palacio Nacional de la alocución en la que hace un repaso a la actualidad de ese día.
Y la semana pasada les tocó el turno a las críticas sobre varias, de las más de 6.800 empresas españolas con intereses en el país. Grandes compañías y la mayoría cotizadas como el caso de Repsol o Iberdrola, que le ha llevado a primero señalar sin más detalles que le llevaría a “pausar” dijo textualmente, las relaciones con España.
Atónitos se han quedado desde Moncloa, aunque las críticas del mandatario mexicano siempre han sido intensas sobre la conquista española y las divergencias con la diplomacia española. Pero la realidad es que la relación corporativa y comercial entre ambos países es muy intensa. No hay más que ver el nivel de intercambios comerciales, desde el punto de vista de México que tenemos en imagen con datos actualizados.
La inversión de España supera los 76.000 millones de dólares, con un equivalente al 12% del total, con más de 6.856 empresas españolas presentes en inversiones relacionadas con el país. Somos el segundo en importancia tras Estados Unidos y, por tanto, su primer socio comercial europeo.
Las últimas críticas, que se han cronificado en la última semana se dirigen directamente al sector energético, dejando de lado la fuerte presencia de las entidades financieras españolas, como BBVA y Banco Santander en México. Especial es la presencia del banco que preside Carlos Torres Vila, como país estratégico con Turquía como podemos observar en sus resultados a cierre de 2021 en México. Aunque tampoco ha descartado en sus alocuciones a BBVA y Santander, señalando que, el caso de los bancos pertenecía a otro capítulo.
Desde Telefonica a CAF pasando por Melia Hotels, las grandes empresas españolas, y también muchas pequeñas tienen presencia en el país. Pero la alusión al “espolio” de las compañías de nuestro país se dirige hacia Repsol, Iberdrola y OHL principalmente. Y sus contratos firmados con antiguos presidentes como Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón o Vicente Fox. Ahora la idea que pone sobre la mesa es “no queremos que nos roben” lejos de la realidad de las empresas españolas que solo buscan seguridad jurídica para poder operar.
En el caso de Repsol, no gusta desde la presidencia el acuerdo suscrito con la energética para importar gas desde Perú u operaciones de gas mientras que, en el caso de Iberdrola, les enfrenta la reforma energética propugnada por AMLO para limitar el control extranjero del sector. Su amplia presencia en el país no le gusta al dirigente populista.
Sobre OHLA se remonta al anterior presidente indicando que se suscribieron acuerdos “de forma irregular”. Destaca que ahora mismo, con las empresas españolas “no es buena la relación y que nos tardáramos en que se normalizara para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a ambos...México llevaba la peor parte. Nos saqueaban, vale más darnos un tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista. Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben”. Algo que muchos ven un reflejo del discurso de Nicolás Maduro en Venezuela.
