La cuestión ahora es medir cuál de ellos tendrá más influencia sobre dicha cotización, aunque claro está que la mayoría de estos factores se influyen entre ellos.

Desde inicios de octubre, hemos visto cómo la cotización del petróleo en el Marcantile Exchange de Nueva York pasaba de 75USD por barril a poco más de 100 dólares a mediados de noviembre, todo ello a pesar de los constantes ataques contra la deuda europea, un crecimiento económico casi nulo, la inflación (que ha llegado a alcanzar el 5% en el Reino Unido), el paro (que supera el 20% en España) y la apreciación del dólar frente al euro.
Veinte o treinta años atrás, estos elementos probablemente hubieran contribuido a la bajada de la cotización del petróleo o, al menos, habrían impedido esta subida.


Otro factor que siempre ha influido de forma contundente sobre la cotización del petróleo son las tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Próximo (la guerra del Kippour del 73 cuadriplicó el precio del oro negro, al igual que la revolución iraní, culpable de la segunda crisis del petróleo). Sin embargo, parece también que los disturbios en Oriente Próximo ya no tienen la influencia que tenían anteriormente. El mejor ejemplo de ello es la guerra en Libia, que estalló en febrero de 2011. Desde febrero a finales de abril, apreciamos una clara subida del petróleo, potenciada por el incremento en el precio del petróleo (que se había iniciado a principios de 2009). A finales de abril de 2011, vimos como la cotización del petróleo caía. Esta caída se vió mucho más influenciada por los anuncio de ventas de Goldman Sachs que por los eventos acaecidos en Libia.

Con la excepción de los casos de Rusia, Arabia Saudí y Estados Unidos, la crisis de un pais productor de petróleo siempre producirá un notable impacto sobre las cotizaciones a corto plazo. Sólo una crisis en un país consumidor como Estado Unidos podría influir a largo plazo en el valor del oro negro. Este hecho se confirma en la actual crisis europea, que no está teniendo impacto sobre su precio. Otra incógnita podría ser las consecuencias de una crisis china pues, como es obvio, una crisis de estas características impactaría en el resto del mundo y, por ende, impactaría en el precio del petróleo.

China, junto con los demás gigantes económicos que se están imponiendo hoy en día como grandes potencias mundiales (India y Brasil), o mañana (México e Indonesia), lograrán tener una fuerte una influencia sobre los valores del petróleo. Por otra parte, la explosión de la demanda mundial contribuirá indudablemente a una subida de los precios a largo plazo.

Un nuevo factor que asimismo influye sobre el valor del petróleo son los consejos de las instituciones financieras. El pasado mes de abril, Goldman Sachs aconsejaba tomar posiciones cortas en relación al petróleo, lo que provocó una bajada que se prolongó durante varios meses.

Goldman Sachs prevé ahora una subida hasta los 130 dólares por barril para 2012. La influencia de los consejos de este tipo de instituciones tiene tanto peso sobre los mercados (incluso por encima de crisis políticas o económicas de países claves) que podemos estar seguros de que la cotización del petróleo irá al alza hasta principios del 2012.