La empresa alemana asegura que está en condiciones de continuar con sus operaciones "normales", mientras su matriz estadounidense sigue adelante con el proceso de suspensión de pagos que emprendió ayer.

La firma estima que los 1.500 millones de euros que aportará Alemania proporcionan liquidez suficiente para cerrar el principio de acuerdo alcanzado con el fabricante canadiense de componentes Magna International.

"Con estos fondos, las operaciones europeas están aisladas de la situación de General Motors en Estados Unidos", insistió la empresa, que, de finalizar con éxito las negociaciones con Magna, estará controlada en un 35% por GM, en otro 35% por el banco ruso Sberbank, en un 20% por el fabricante de componentes y en un 10% por sus empleados.

El presidente de General Motors Europe, Carl-Peter Forster, expresó su agradecimiento al Gobierno de Angela Merkel y a los Ejecutivos de diferentes 'lander' por la aprobación de la inyección de liquidez, "que asegura el funcionamiento normal de las operaciones de Opel".