El mandatario americano pretende poner fin a al cese de pagos, que tendría “serias consecuencias”.

Acompañado por el vicepresidente, Joe Biden, Obama se reúne con el jefe de los demócratas en el Senado, Harry Reid, y con el dirigente de la minoría republicana Mitch McConnell.

Estos encuentros, se producen a 5 semanas del 2 de agosto, fecha a partir de la cual el Tesoro estima que el país ya no podrá reembolsar los préstamos contraídos, si el Congreso no modifica al alza el techo de la deuda.

La deuda bruta, situada en unos 14,3 billones de dólares, alcanzó a mediados de mayo el techo autorizado por el Congreso. Por su parte, los adversarios republicanos de Obama, condicionan su apoyo a la realización de cortes drásticos en los presupuestos.

Las conversaciones con parlamentarios de ambos partidos, iniciadas el 5 de mayo, fracasaron el jueves pasado tras la retirada del republicano Eric Cantor.

Cantor destacó que se había metido en un "callejón sin salida" en lo relativo al tema de la subida de impuestos. Los republicanos se oponen a cualquier aumento de impuestos para reducir el déficit presupuestal y controlar el aumento de la deuda.

También, McConnell propinó fuertes críticas a Obama, a quien reprochó su insuficiente presencia en las negociaciones desarrolladas en esos últimos meses. “Es el presidente, que se comporte como tal”, espetó.

Recientemente, el 17 de junio, el Fondo Monetario Internacional pidió al Congreso de EE.UU. que aumentase el techo de la deuda, alarmado por el "peligro de una reacción negativa mayor por parte de los mercados" a medida que se vaya acercando ese 2 de agosto.