No se puede perder la fe antes de Navidad. Es conocida la situación más que convulsa por la que atraviesa la eurozona con tres nuevos gobiernos, entre ellos el español, Francia bajo el yugo de las agencias de ráting, Bélgica –nada que añadir sobre su ‘no’ ejecutivo por años- con una prima de riesgo más allá de los 300 puntos básicos y, para colmo, Hungría llorando a las autoridades comunitarias. Ajeno a todo ello, Berlín se empeña en la negativa rotunda a cualquier tipo de cambio, aunque con Durao Barroso del lado de la periferia europea, el brazo de Merkel empieza a doblarse. Al fin, que dirían algunos. Es tiempo ahora de cargar tintas desde el sur del viejo continente y el objetivo está muy claro.

En gran medida, que las bolsas vivan un final alcista de año depende de la cancillera alemana, Angela Merkel, en el advenimiento de una solución definitiva para la zona euro. Susana Felpeto, analista de Atlas Capital
, asegura que ‘en el momento en el que se conozca de qué forma se va a hacer, subirá el sector financiero y veremos un repunte muy fuerte (de las bolsas) de entre el 10% y el 15%’. El problema estriba en que nadie, ni tan siquiera los más avispados, se atreven a pronosticar si esto llegará antes de llevarnos las uvas a la boca.


No hay esperanza para el Ibex 35
En absoluto, de hecho. Nuestro selectivo es el único en el que no existe discrepancia entre los analistas: salvo milagro, cerrará el año en una tendencia bajista tanteando la zona de los 7.000 puntos. Y es que si comparamos los niveles actuales con el año pasado, el Ibex 35 se ha dejado algo más de 1.800 puntos por el camino, lo que supone una caída cercana al 20%. ‘Sigue liderando el mal comportamiento relativo’, asegura Alejandro Martín, subdirector en España de Hanseatic Brokerhouse, que supedita su proyección a una tendencia también bajista del resto de Europa. Si se produce este escenario, ‘muy probablemente irá a buscar la banda comprendida entre los 6.700 y 7.000 puntos’.

O lo que es lo mismo, el Ibex 35 está llamado a colocarse por debajo de su mínimo anual marcado en el mes de septiembre en los 7.640 puntos. En este sentido, Eduardo Bolinches, director de Bolsacash, sostiene que lo que ‘realmente preocupa es que el mercado siga desarrollando una pauta de máximos y mínimos decrecientes para saber que estamos en la posición correcta’. El analista asegura que ‘si tuviera que apostar’ lo haría por niveles de 7.400 puntos en el caso de nuestro selectivo.

Manuel Domínguez-Blanco, director general de Techdivisas, en la misma línea, afirma que el Ibex 35 ‘está testeando la crítica línea de soporte diagonal de largo plazo defendiendo el nivel de soporte entorno a los 8.000 puntos’. Domínguez-Blanco no alberga ninguna duda al asegura que son ‘claramente bajistas’ en la medida en que ‘el selectivo se mueve entre niveles 20-60 típicos en esta coyuntura de precio’ y apunta a mínimos de 7.000 enteros. En caso contrario, situación de rebote, si el cierre de noviembre se produce por encima de 9.100, podría empezarse ‘a vislumbrar cierta recuperación’.

Por valores concretos dentro del selectivo, las recomendaciones mantienen la misma tónica de los últimos meses: cero exposición a sector financiero y apuesta clara por valores defensivos. En este sentido, Susana Felpeto habla de compañías como Telefónica, Ferrovial, OHL, Repsol o Gas Natural que pese a ‘la duda que existe en este momento acerca de si deberán o no pagar por la producción de energía’ siguen siendo una buena opción donde permanecer.


Europa es la clave
Allí, como dirían los horteras, ‘se juega el partido’, el Eurostoxx 50 podría consolidar la vela alcista ya iniciada, al igual que el Dax germano, aunque en sentido contrario irían también de la mano. Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, asegura que ‘el mes de noviembre, en contra de la pauta estadística que establecía que tradicionalmente era uno de los mejores meses del año, está siendo muy negativo para las bolsas, especialmente para las europeas que se dejan más de un 10%’.


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