Resultados Naturgy 2018

Naturgy (la antigua Gas Natural) ha presentado minutos antes de abrirse el mercado sus cuentas correspondientes a 2018. La compañía presidida por Francisco Reynés registró unas pérdidas de 2.822 millones de euros el año pasado, como consecuencia del deterioro de activos de casi 4.900 millones de euros realizado en la primera mitad del ejercicio, según ha informado la energética a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). A mediados del año pasado, concretamente en junio cuando se presentó su nuevo Plan Estratégico, Naturgy ya anunció esta revisión del valor de sus activos llevada a cabo como consecuencia de la actualización de las principales hipótesis y proyecciones de los negocios, lo que motivó un deterioro contable de 4.851 millones de euros, principalmente por los activos de generación convencional en España, que impacta significativamente y de forma extraordinaria en la cuenta de resultados de 2018. No obstante, según precisa la compañía, excluyendo este impacto y otros elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario de Naturgy creció un 57%, hasta los 1.245 millones de euros.

Francisco Reynés, que aterrizó como nuevo presidente ejecutivo precisamente en el ejercicio 2018, ha señalado que los resultados "muestran una evolución positiva de los negocios, pero será durante los próximos años cuando veremos una mejora más sustancial de resultados a medida que avanzamos en la ejecución del plan". 

Resultados Naturgy 2018

Crece la cifra de facturación y el Ebitda

El resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 3% en 2018, hasta alcanzar los 4.019 millones de euros. Sin considerar los elementos no recurrente, el Ebitda ordinario creció casi un 12%, hasta los 4.413 millones de euros.

La cifra de facturación del grupo en el total del ejercicio ascendió a 24.339 millones de euros, con un incremento del 4,9% frente a 2017.

A cierre de 2018, la deuda financiera neta de la energética se situaba en los 13.667 millones de euros, un 10% menos que en el ejercicio anterior. Mientras, el 'free cash flow' se situó en los 3.055 millones de euros, frente a los 746 millones del periodo anterior. Además, la compañía generó 5.500 millones de euros de caja durante 2018 a través de la positiva evolución del negocio y las desinversiones de activos no estratégicos, que se dedicó, principalmente, al crecimiento en activos estratégicos, reducir deuda y remunerar al accionista.

En concreto, invirtió 2.321 millones de euros, un 30% más que en el ejercicio 2017. De esta cifra, el 76% se destinó a proyectos en crecimiento orgánico, unos 1.638 millones de euros.

Dividendo de Naturgy

En cuanto a la retribución al accionista, como parte del nuevo Plan Estratégico 2018-2022, Naturgy incrementó su política de remuneración al accionista. El dividendo de Naturgyaumentó un 30% el año pasado, hasta los 1,3 euros por acción. En concreto, Naturgy completó el pago de un dividendo de 0,28 €/acción correspondiente al primer dividendo a cuenta del 2018 el 31 de julio de 2018 y un pago de 0,45 €/acción correspondiente al segundo dividendo a cuenta el 31 de octubre de 2018, estableciendo así las pautas para el compromiso de un dividendo mínimo de 1,30 €/acción contra resultados 2018.

A partir de 2019 y hasta 2022, la energética del Ibex 35 tiene el compromiso de elevarlo un mínimo de un 5% anual. Además, en su política de creación de valor para el accionista, Naturgy puso en marcha un plan de recompra de acciones propias en caso de ausencia de oportunidades de inversión inorgánica. En este sentido, desde el inicio del Plan Estratégico y hasta la fecha de cierre de 2018, Naturgy invirtió 121 millones de euros en acciones propias como parte del plan de recompra de acciones de 400 millones anuales a completar a finales de junio 2019.

Por otra parte, la compañía instauró un plan de incentivos a largo plazo para directivos por el que se vincula su retribución a largo plazo exclusivamente a la remuneración total del accionista hasta 2022, es decir a través de la apreciación de la acción y el pago del dividendo, con el objetivo de alinear la retribución variable de los directivos con los intereses de los accionistas.