El gobierno australiano propuso en el mes de abril un proyecto para retirar las marcas y los logotipos de las cajetillas. En caso de ser aprobada esta medida, se pondría en marcha para 2012. La normativa impondrá que todos los paquetes de cualquier casa de tabaco tendrán que ser de color verde oliva oscuro y llevar grabadas advertencias severas.

Philip Morris, es la primera compañía que se revela claramente, exigiendo una indemnización. Y es que varios fabricantes de cigarros amenazaron con presentar demandas.

Tal y como anunció un portavoz de Philip Morris, “la retirada forzosa de marcas comerciales y de cualquier otro atributo relacionado con la propiedad intelectual supone una clara violación de los términos del tratado bilateral de inversión entre Australia y Hong Kong”, según recoge Europa Press en su página. Asimismo, añadió que la compañía buscará “una significativa compensación financiera por los daños sufridos”.

La mayor empresa tabacalera del mundo opera desde 1954 en Australia. El hecho de no poder diferenciarse de la competencia, representaría daños por miles de millones de dólares australianos. Alpine, GT, Longbeach, Marlboro y Peter Jackson son las marcas que posee Philip Morris en ese país.

Las autoridades australianas respaldan el plan, basándose en que cerca de quince mil personas mueren de enfermedades causadas por el consumo de tabaco, algo que al Estado le cuesta en torno a 33.000 millones de dólares.

A las 18.30 hora española, la cotización en Wall Street sube un 1,35% hasta fijar el precio de su acción en 65,98 dólares.