De acuerdo con los resultados de la última encuesta de gestores de fondos elaborada por el banco de inversión, los temores a la estanflación "han cristalizado" a la vez que los inversores valoran la posibilidad de que "los tipos de interés podrían tener que subir", por lo que han reducido su exposición tanto a valores como a deuda para dar preferencia a la liquidez.En este sentido, la encuesta refleja un deterioro de las expectativas de crecimiento y beneficios al mismo tiempo que crecen los temores a nuevos repuntes inflacionistas y a las consecuentes subidas de tipos de interés. "El mercado está depertando a la idea de que los tipos de interés a nivel global son demasiado bajos, de hecho permanecen por debajo de la inflación", afirma Karen Olney, estratega jefe de valores en Europa de Merrill Lynch, quien apunta que "los tipos reales negativos dificilmente son un antídoto contra la inflación.
Merrill prevé una doble subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) hasta octubre y podríamos ver a otros bancos centrales siguiendo su ejemplo".Por otro lado, el documento, elaborado por Merrill Lynch mediante encuestas realizadas entre el 6 y el 12 de junio a 204 gestores de fondos que manejan activos por valor de unos 718.000 millones de dólares (464.000 millones de euros), constata la posición más pesimista por parte de los inversores respecto a Europa en una década al registrar un 22% de gestores que 'infraponderan' los valores europeos, mientras que el 29% considera a la eurozona como la región que colocarían bajo esta instancia en los próximos doce meses.Asimismo, un 71% de los gestores consultados opina ahora que el euro está sobrevalorado, lo que representa una seria amenaza para una región especialmente dependiente de las exportaciones. No obstante, las perspectivas son aún más negativas para Reino Unido
, puesto que un 38% de los inversores 'infrapondera' los valores británicos, también la posición más negativa en diez años, mientras que un 56% todavía considera que la libra esterlina está sobrevalorada, incluso tras los fuertes descensos registrados en el último año.