La debilidad de la economía española, los problemas de la deuda y los requerimientos del Banco de España para con las entidades han vuelto a pesar en las recomendaciones de los brokers sobre el sector financiero. Bajo estas premisas fue HSBC el que ayer rebajó el precio objetivo de la mayor parte de las entidades españolas. Y con esos mismos motivos hoy Goldman Sachs ha decidido rebajar la recomendación de éstas.

Un golpe que ha dado de lleno a las entidades medianas. Especialmente a Banesto que, aunque mantiene recomendación en neutral, reduce su precio objetivo hasta los 8.2 euros, desde los 9.35 euros anteriores. La entidad que preside Ana Patricia Botín se convierte en el más penalizado de la sesión en la apertura, con una caída cercana al 2%. Una compañía que, según los expertos, podría ser el próximo objetivo de compra de Banco Santander.


Goldman Sachs se ha pronunciado sobre Bankinter para quien reitera la recomendación de venta y rebaja precio objetivo hasta los 4.95 euros, desde los 6 euros. La entidad descuenta un 1.6% de su cotización y alcanza los 4.20 euros. Y algo más liviana es la penalización que viven los títulos de Banco Popular. Un descenso del 1.59% que le llevan a los 3.91 euros, un 26% por debajo del objetivo de 5.35 euros que marca el broker estadounidense sobre la entidad. ¿Su recomendación? Mantenerse neutral en el valor.

Banco Pastor reduce un 1.19% su precio y marca los 3.75 euros en la apertura. Goldman Sachs reitera su recomendación de vender y baja el precio objetivo hasta los 4.1 euros. Aunque los dos grandes bancos hoy se libran del mazazo de las casas de análisis..no lo hacen de las ventas de los inversores. Banco Santander descuenta un 1.9% de su cotización al tiempo que BBVA reduce un 1.20% su precio, hasta los 7.54 euros.

Pero ¿cuáles son los problemas a los que se enfrenta la banca? Los analistas de UBS reconocen que el principal motivo de esta desconfianza es el encarecimiento de la deuda pública española y mientras la prima de riesgo se mantenga en máximos, permanecerá la presión bajista sobre las entidades bancarias. La perspectiva para éstas no mejorará hasta que no se relajen las tensiones sobre el mercado interbancario. Sobre las previsiones que maneja UBS para los próximos resultados de la banca, espera que 2010 lo cierren plano con un deterioro para el siguiente año. El banco argumenta que las perspectivas económicas de España, la exposición al ladrillo, la restricción del crédito y el aumento de la morosidad motivada por el incremento del paro provocarán un descenso en los resultados.