Los inversores no pierden de vista que el pleno del Senado italiano se reunirá el martes para fijar la fecha de una moción de desconfianza en el gobierno, después de que el partido Lega dijera la semana pasada que su coalición de gobierno con el anti-establecimiento del Movimiento de las Cinco Estrellas se había vuelto inviable.

Las acciones asiáticas se desplomaban esta madrugada después de que las protestas de Hong Kong se intensificaran y cerraran el aeropuerto de la ciudad, lo que provocó amenazas por parte de los puntos de venta chinos, que publicaron un vídeo en el que se mostraban vehículos militares amontonándose cerca de su frontera. El índice Hang Seng de Hong Kong cayó un 1,86% por la tarde para liderar las pérdidas en la región.

Por su parte, el Banco Popular de China fijó el martes la tasa de referencia oficial del punto medio para el yuan en 7,0326 por dólar, más fuerte de lo esperado, pero por encima de la barrera psicológica de 7 por dólar por cuarta sesión consecutiva.

A todo ello hay que sumar las ventas del lunes en Wall Street, impulsadas por una caída en la curva de rendimiento de los EE.UU. a niveles no vistos desde antes de la crisis financiera, reforzó aún más las preocupaciones de los inversores acerca de una recesión en los EE.UU. y la desaceleración del crecimiento mundial en general.

En el mercado de divisas, el euro se intercambia a 1,119 dólares, tras debilitarse un 0,22% frente al dólar.

En el mercado de materias primas, el petróleo cae, compensando las escasas ganancias de la sesión anterior, ya que las previsiones de la demanda contrarrestaban las expectativas de que los principales productores apuntalarán los precios del petróleo limitando la producción de crudo. Así las cosas, el barril de Brent se deja un -0,44%, hasta los 58,22 dólares, mientras que el West Texas pierde un 0,31% y se paga a 54,61 dólares.

En lo macroeconómico, la agenda viene marcada por la publicación de los IPC de España, Alemania y EEUU del mes de julio, así como por las encuestas ZEW de agosto.