A través de una encuesta a nivel nacional realizada por National Institute of Retirement Security, se extrae que, de en torno a los 78 millones que llegan a la edad de 65 este año, el 84% piensa que las condiciones económicas están afectando en su capacidad de obtener una jubilación segura. Incluso, se especifica que más del 54% están muy preocupados sobre esta materia. El 78% cree que el trabajador medio no puede ahorrar lo suficiente por su cuenta como para garantizar su jubilación y el 73% considera que la volatilidad del mercado hace que sea imposible predecir cuánto tendrán en sus ahorros de cara a la jubilación.

 

El pesimismo se transforma en confiabilidad cuando un 72% de la población estadounidense a la que se le realizó este sondeo considera las pensiones y el acceso a ellas como el recurso más popular para percibir la jubilación.

 

El documento también atestigua la dejadez por parte de Washington hacia las jubilaciones de los ciudadanos, centrándose en la reforma de la salud y el saneo de la economía frente a los efectos de la recesión principalmente.