La Unión Europea considera que el conflicto tiene carácter "comercial" y no político y que corresponde a Ucrania y Rusia solucionarlo, mientras que desde Bruselas sólo se puede presionar para que se llegue a "un acuerdo lo antes posible y definitivo", indicó Tarradellas. "Los términos de la resolución depende de los dos actores. La UE no está interesada en intervenir en un problema de carácter bilateral", añadió. Polonia, Hungría y Rumanía han registrado irregularidades en su suministro a raíz del conflicto, aunque la presión y el volumen de gas ya habían sido restablecidos esta mañana.


Aunque la situación puede variar, en estos momentos "no hay consecuencias graves para los consumidores ni para la industria ni se esperan problemas en las próximas semanas", ya que las reservas de gas de la UE son aún altas, entre el 70 y 90%, destacó Tarradellas. Sin embargo, países como República Checa, Eslovaquia, Hungría, Bulgaria y Grecia, que dependen en un 75% de las importaciones procedentes de Rusia, están muy expuestos por lo que hay que ser prudentes, recordó. La CE ha insistido en la necesidad de diversificar las fuentes no como una medida contraria a Rusia o Ucrania sino para garantizar un suministro mayor y más estable, para fomentar la competitividad en el sector y la libertad de elección de los consumidores.


El portavoz recalcó que la diversificación ha de llevarse a cabo en beneficio de las compañías y consumidores comunitarios, pero que la UE sigue muy interesada en mantener su relación con Rusia y Ucrania como principales países de suministro y tránsito de gas. Esta tarde se reúnen en Bruselas los embajadores adjuntos de los países de la UE para analizar la situación y acordar una respuesta coordinada al conflicto.

El viernes lo hará el Grupo de Coordinación del Gas, formado por expertos de los gobiernos de la UE, la Comisión Europea y el sector energético para estudiar las necesidades de cada país comunitario e informar a los Veintisiete de los avances en las negociaciones entre Rusia y Ucrania. El gigante gasístico ruso decidió interrumpir el suministro hacia Ucrania el pasado día 1 a raíz del desacuerdo sobre el precio del gas y las tarifas de tránsito para 2009. La noticia preocupa en especial a la UE ya que el 80% del gas que importa de Rusia atraviesa territorio ucraniano.