La Fed también amplió los tipos de préstamos que pueden acogerse al programa, que inicialmente se limitaba a préstamos a personas y pequeñas empresas, para incluir créditos para maquinaria pesada, equipo agrícola y flotas de autos de alquiler. También suavizó los términos para captar una mayor cantidad de inversionistas y emisores de deuda. Los participantes, por ejemplo, no tendrán que ceñirse a los límites a la compensación de sus ejecutivos que se aplican a bancos que reciben fondos del gobierno.

La Fed y el Departamento del Tesoro esperan que la iniciativa, conocida como Línea de Crédito para Préstamos Respaldados por Activos a Plazo, o TALF por sus siglas en inglés, reanimará los mercados donde los préstamos son ensamblados con otros créditos y convertido en valores. Durante el punto más álgido del auge del crédito, Wall Street emitió más de US$1 billón al año en valores respaldados por créditos de consumo y billones más respaldados por préstamos hipotecarios. Estos mercados -llamados algunas veces "el sistema bancario en las sombras"- llegaron a representar el 40% de todos los préstamos de consumo otorgados antes de la crisis. El mercado, sin embargo, prácticamente cesó de funcionar el año pasado. La emisión de valores ligados a préstamos de consumo cayó a menos de US$8.000 millones en los últimos tres meses de 2008.

"Ha habido cierto colapso del sistema bancario, pero el colapso del sistema bancario en las sombras ha sido casi total", advierte el economista de la Universidad de Princeton Alan Blinder. "Tomando en cuenta nuestra dependencia del segundo, necesitamos revivir el sistema bancario en las sombras".

Los inversionistas recibieron el anuncio de martes con una mezcla de entusiasmo y pesimismo. "Se necesita un mercado de titularización robusto para restablecer una plataforma amplia de crédito en la sociedad", dijo Stephen Schwarzman, presidente de la firma de capital privado Blackstone Group LP, que está considerando invertir en el programa de la Fed.

El programa de la Fed ya se dispone a enfrentar su primera prueba. La firma de financiamiento automotriz World Omni Financial Corp., que otorga préstamos a través de los concesionarios de Toyota Motor Corp. en EE.UU. World Omni se prepara para ensamblar unos 25.000 créditos ligados a vehículos de Toyota con el fin de crear valores por hasta US$750.000 millones. Luego, acudirá a la Fed para hacer préstamos a tres años a los inversionistas que compren estos valores.

Los inversionistas incurrirán en algún riesgo, aunque limitado. Podrán tomar prestado entre US$92 y US$94 de la Fed por cada US$100 que inviertan en valores de World Omni. La Fed concederá muchos de estos préstamos a una tasa equivalente a la Tasa Interbancaria de Londres (Libor) más un punto porcentual. El retorno de los inversionistas dependerá, en última instancia, del precio final de los valores. Asumiendo que no haya grandes pérdidas de crédito, los inversionistas anticipan retornos de entre 12% y 16% al año en un plazo de tres años.

Un incentivo para los inversionistas es que pueden abandonar la inversión en caso de que las personas o las empresas que incurrieron en esos préstamos dejan de pagar, perdiendo sólo la inversión inicial. El Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP), cubrirá las pérdidas iniciales, en caso de que las haya, limitando la exposición de la Fed.

Para protegerse, la Fed sólo extenderá financiación a los valores con una calificación de AAA, considerada la más segura.

De todos modos, quienes decidan invertir en el programa TALF podrían tener que soportar pérdidas significativas debido al delicado estado de la economía estadounidense.

Los documentos que describen la transacción indican que más del 40% de los préstamos que formarían parte de los valores de World Omni se generaron en Florida, donde la tasa de desempleo se disparó de 3,5% a 7,6% en los últimos dos años. En ese mismo período, World Omni ha experimentado un alza en los atrasos y las pérdidas en su cartera de préstamos. La empresa espera cerrar el acuerdo a finales de marzo.