La razón que justifica tal hecho es la pérdida de temor a la deuda periférica europea. La exagerada aversión al riesgo que existía en los mercados a este tipo de deuda soberana, simplemente, ha pasado de moda. En todas las subastas de deuda que se realizaron en junio, la lectura que se hizo tendió a primar los ratios de demanda frente a la cantidad ofertada en colocación (bid to cover), en lugar de prestar atención a la rentabilidad creciente de bonos y letras, en un entorno de máximos diferenciales respecto al Bund alemán, y CDS al alza.


La semana pasada, ya en julio, las subastas de Portugal, y sobre todo de España, fueron francamente positivas, incorporando una gran demanda de extranjeros. De los 6.000 millones de € que el Tesoro Español colocó la semana pasada, 2/3 fueron a parar a No Residentes, y de esa cantidad, un 15% tuvo acomodo en manos asiáticas. China ha decidido ayudar a los países europeos, comprando su deuda, en un contexto de reducción de sus posesiones en este tipo de activos, por un motivo principal: Europa es el principal receptor de las exportaciones chinas, por encima de EE.UU., y por tanto al gigante asiático le interesa un euro fuerte. Las compras directas de Euros por parte del Banco Central Chino también justifican la gran subida en la cotización del Euro, que ha pasado en apenas un mes de 1,19 a 1,27 dólares, una revalorización de casi el 7%.

Interesante también las subastas de Letras a 6 meses realizadas esta semana en dos países muy distintos: Alemania y Grecia. Ayer, el Tesoro Alemán tuvo que pagar el doble de rentabilidad por las letras a 6 meses que en su última colocación, con un ratio bid/cover de 1,9 veces. Hoy, el Tesoro Griego ha colocado letras a ese mismo plazo con un aumento de la rentabilidad de tan sólo el 2% respecto a la anterior subasta en abril, y el ratio bid/cover ha sido de 3,64, lo que muestra una clara disminución de la demanda de los activos alemanes, considerados los más seguros, frente a los de los países con mayores problemas.

Esta mejora en el sentimiento sobre la deuda periférica europea ha favorecido mucho al sector financiero del Viejo Continente. Las grandes subidas de la semana pasada en la banca española, lejos de lo que se pudiera pensar, no se deben a un cierre de posiciones cortas (posiciones se incrementaron hasta un 17% en BBVA), sino a la percepción de que los Test de Stress que se harán públicos el próximo 23 de julio van a acreditar la salud del sistema bancario español. Por tanto, las cotizaciones están descontando el mejor escenario posible.

Estas cotizaciones están siendo movidas por el menor volumen del año, sin participación de Inversores Institucionales, que sí parecen mantener más cautela y menos optimismo. Sobre todo, si hacemos caso a los informes realizados por multitud de bancos de distintas áreas (BBVA, Citigroup, Merril Lynch, RBS, Credit Suisse), que alertan de que los Test de Stress de la banca europea, si bien no van a ser demasiado estrictos, van a establecer la necesidad de capitalización adicional de la banca europea. España es el país que más bancos y cajas presenta a los Test, y podría necesitar 50.000 millones adicionales de capitalización.

En conclusión, la euforia se ha desatado en un momento delicado, con el menor volumen de todo el año, que hará más grandes los movimientos, el inicio de la temporada de presentación de resultados en EE.UU. (los últimos 4 trimestres de resultados superaron las expectativas), y los dibujos técnicos de los índices dando claras señales bajistas (Formación Hombreo – Cabeza – Hombro; cruce de las medias de 200 y 50 sesiones).