Después de tres semanas de conflictos en Egipto, las tensiones políticas y sociales parecen lejos de normalizarse aún. Mientras las empresas situadas en las afueras de la capital aseguran que su funcionamiento ya está normalizado, el país está viviendo uno de sus peores momentos. Considerado hasta ahora como uno de los países más estables del medio oriente, ahora la incertidumbre está en la mente de los inversores que ven una Europa no muy dispuesta a colaborar en la resolución del conflicto. Y es que la presencia estratégica de las grandes potencias en Egipto cambiaría si finalmente se produjera la transición a la democracia. La preocupación principal es el contagio hacia otros estados árabes, ya que por sí sólo Egipto no puede repercutir de forma notable a nivel mundial.
Medidas como el cierre de los bancos y la bolsa no hacen más que aumentar la desconfianza hacia un país en que existe una amenaza de que las reservas en divisas puedan reducirse a la mitad. Por lo tanto, si la situación no empieza a normalizarse, la fuga de capitales puede poner la economía del país en una situación dramática.
¿Hacia dónde se están dirigiendo estas inversiones?. Por un lado, las últimas correcciones tanto en Europa como en EEUU han colaborado a que parte de las inversiones volvieran a estas zonas. Sin embargo, hay diferentes estrategias. En primer lugar, el dinero vuelve de forma paulatina a la renta variable y, concretamente, en valores de sectores como el petrolero, materias primas y salud, que podrían considerarse los más inmunes a un contexto inflacionario, que es el que parece esperarnos si los conflictos en medio oriente persisten. En todas las zonas? No, las mejores previsiones son para Alemania y Estados Unidos.
Otra de los apuestas, son los fondos cotizados (ETF’s) sobre índices de mercados emergentes diferentes a los BRICcomo Indonesia o Chile, zonas menos sensibles a la evolución de la renta variable europea, además de tener los beneficios de la diversificación.
Por último, tendríamos que tener en cuenta también los fondos de inversión inmobiliarios de zonas como Brasil. Actualmente, la zona del nordeste equivale en superficie a Europa y en ésta se prevé un crecimiento importante, debido a las inversiones para el desarrollo del Puerto de Itaqui, estratégico para el intercambio con Estados Unidos, Asia y Europa. Grandes multinacionales de sectores como el petrolero o materias primas ya se están instalando, lo que creará un gran número de empleos y se estima la necesidad de construcción de unos 37 millones de viviendas. Además, siendo el riesgo limitado puesto que en Brasil no se empieza a construir hasta que el 80% de la promoción no está vendida.
Así que, por el momento, mucho tendrían que cambiar las cosas en Egipto para que los inversores vuelvan en un futuro inmediato y, más aún, cuando esta situación amenaza por contagiar a países como Argelia, Irán o Sudán.