La Comisión Europea aprobó la pasada noche las medidas del Reino Unido e Irlanda en apoyo de sus respectivos sistemas bancarios, al considerar que no vulneran las normas comunitarias de la competencia. En el caso británico, las medidas fueron notificadas y estudiadas durante el fin de semana según un nuevo procedimiento acelerado de la CE para acciones de emergencia para el rescate de instituciones financieras.
Las medidas de Londres incluyen una nacionalización parcial de algunos de los principales bancos y constructoras del país, un esquema de garantías de la nueva deuda a corto y medio plazo en que puedan incurrir los bancos y una extensión de las medidas de liquidez a corto plazo del Banco de Inglaterra. La CE concluyó que este conjunto de acciones constituyen un medio adecuado para restaurar la confianza en el sistema financiero británico. En el caso irlandés
, la aprobación se produjo después de que el Gobierno de Dublín presentara un plan revisado, ya que el primero entregado a Bruselas el pasado día 3 presentó problemas a los servicios de competencia de la Comisión. Inicialmente, el Gobierno garantizó por dos años el cien por cien de los depósitos de todo tipo de los seis grandes bancos del país, pero tras las dudas de la CE anunció que extenderá la medida a otras entidades extranjeras que operan en la isla.