"Tenemos que asegurarnos de la credibilidad de los objetivos de Italia y hemos decidido, junto con el FMI, involucrarnos en el seguimiento, utilizando su propia metodología", ha añadido la fuente, que asegura que "Italia no tiene ningún problema con la vigilancia, ni siquiera con que el Fondo esté involucrado", cita El Mundo en declaraciones de una fuente europea.

Las mismas fuentes señalan que otorgar una línea de crédito no se consideraba como una opción creíble
para Italia, donde uno de los principales problemas ha sido la confianza del mercado en sus planes.

"Con el clima general y la falta de credibilidad del país, cada pequeño contratiempo o problema se agrava y empeora las cosas", ha afirmado.

El Gobierno italiano ha aceptado que expertos de ambos organismos monitoricen su plan de ajuste financiero. Sin embargo, dos diputados del grupo parlamentario de Silvio Berlusconi abandonaron las filas de la formación del primer ministro italiano para pasarse a la oposición de centroderecha, en medio de la crisis de confianza en el Ejecutivo ante la situación financiera de Italia.