Desde sus mejores niveles del año del pasado mes de junio, antes de que se desatara la crisis de la toma de mayor control decidida por el gobierno con la SEPI a la cabeza y el apoyo de algunos de los accionistas de nuevo cuño en el capital de Indra y que concluyó con la dimisión de los consejeros independientes por lo que se estaba haciendo, el valor ha llegado a perder, hasta las puertas de septiembre nada menos que un 29% de su precio en el mercado.
Ahora parece que poco a poco se reconduce la situación. Primero, por el perfil de los que serán nuevos consejeros independientes que habrá de refrendar la Junta Extraordinaria de Accionistas de Indra que se celebrará en el mes de octubre. Técnicos no adscritos a posiciones políticas, que, al menos sobre el papel, han gustado al mercado y que ahora está ya revisando el Consejo de la compañía, que ha dado su visto bueno a 5 de los 6, porque en uno de los casos podría existir incompatibilidad.
Después porque los cambios previstos podrán salir adelante si tenemos en cuenta que la SEPI podría tener ya atado el peso necesario para hacerlo. Como indicaba esta misma semana La Información, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales estaría muy cerca del 28% máximo a obtener y junto a Sapa y Amper, podría alcanzar la mayoría de control hasta el 43%.
Todo ello cerraría este nefasto capítulo de imagen y cotización para una gran compañía, mientras que, también han movido fecha en este septiembre, algunos de los grandes fondos presentes, aunque con participaciones menores. Es el caso de Norges Bank, el Fondo Soberano de Noruega, que habría elevado en los últimos días hasta el 3,648% su presencia en el valor, tras reducirlo el 13 de septiembre, hasta el 3,226. Del mismo modo Fidelity International movía fija al alza hasta el 1,055% de su capital.
En su gráfica de cotización vemos que el valor mantiene pérdidas anuales del 13,55, mientras su precio trata de consolidar los 8 euros por acción y apenas marca cambios en el último mes.
En cuanto a recomendaciones, parece que los expertos esperarán novedades y a la próxima Junta en la que se clarificará el futuro de la compañía para pronunciarse sobre el valor. De momento Intermoney recomienda comprar sus acciones en el mercado con un precio objetivo de 12 euros por acción, con lo que el potencial que le otorga desde sus niveles actuales alcanza un 23%.
Indra en “la reciente estructura decreciente que parte desde máximos anuales pone a prueba la viabilidad del soporte comprendido en torno a los 8,06 / 7,825€ por acción, cuya perforación, extiende el proceso correctivo citado, obligando la actualización de siguientes objetivos bajistas rumbo al área de soporte proyectada a partir de los 7,07 / 6,888€ por acción, área que es aproximación al 61,8% de Fibonacci de toda la estructura alcista de fondo”, tal y como nos indica el analista de mercados financieros José Antonio González en su análisis técnico del valor.
Indra en gráfico semanal (Izq.) y diario (Dcha.) con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Desde los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión vemos que Indra se mueve en modo bajista, con rebaja de un punto y una puntuación total que apenas alcanza el 1,5 de los 10 posibles a los que Indra puede aspirar. Con tendencia a la baja en ambas vertientes, tanto a medio como a largo plazo, momento total, lento y rápido, negativo, volumen decreciente a medio plazo y, además, rango de amplitud creciente a largo plazo.
Solo en positivo encontramos el volumen de negocio a largo plazo, que es creciente y la volatilidad, que se muestra decreciente a medio plazo para el valor.
