El pasado 24 de junio Indra registraba su peor sesión de los últimos 23 años. Desde 1999 no se veía una caída del 14,7%, a plomo en el valor de la que todavía no se ha recuperado. De hecho, su posición se coloca un 26% alejada desde sus niveles anteriores a la crisis que ahora se intenta cerrar, tras la abrupta salida de los consejeros independientes, el nuevo control más mayoritario por parte de la SEPI y la entrada de participaciones afines a esa opción.
Todo ello tras todos los cambios vividos en la empresa desde que comenzaran los cambios internos que dieron como resultados, en mayo de 2021, la salida de su entonces presidente Fernando Abril Martorell, considerado por muchos como el gran renovador de la compañía.
Ahora, el valor trata de ganar tranquilidad con la vista puesta en la Junta de Accionistas en la que se espera cerrar de una vez por todas estos episodios, que seguro favorecerán a la compañía y a su cotización bursátil, que no termina de remontar ante sus problemas internos. En esa Junta se espera el refrendo de los cambios accionariales y también la elección de los nuevos seis consejeros independientes.
Mientras en su cotización vemos que el valor recupera posiciones en las dos últimas jornadas, un rebote que le acerca a la cota de los perdidos 8 euros por acción, con caídas anuales muy cercanas al 16%. Todo ello mientras permanece la posición corta elevada por Voleon Capital sobre Indra al 0,51% de su capital desde el pasado 20 de septiembre.
Para Antonio Espín, analista independiente, el problema de Indra es que está “bajo noticias, con asuntos políticos de por medio. Tuvimos un latigazo a la baja y luego la pérdida del soporte de los 8,35 euros. Si lo ha comprado a 8,02, no está mal comprado, pero, esto no está bien. Repuntaba, pero no ha podido con la zona de los 11 euros y hay una zona de doble máximo y cae. Mi opinión es que, si puede salir en la zona de los 8, que lo haga”.
"La reciente estructura decreciente que parte desde máximos anuales vuelve a permitir un nuevo mínimo en los 7,515€ por acción, cuya perforación, extiende el proceso correctivo citado, obligando la actualización de siguientes objetivos bajistas rumbo al área de soporte proyectada a partir de los 7,07 / 6,888€ por acción, área que es aproximación al 61,8% de Fibonacci de toda la estructura alcista de fondo", nos dice el analista de Estrategias de Inversión José Antonio González
Indra en gráfico semanal (Izq.) y diario (Dcha.) con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Desde los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión vemos que Indra apenas presenta, en modo bajista, una nota total de 1 puntos sobre los 10 posibles a los que puede aspirar el valor, mientras en positivo, solo destaca el volumen a largo plazo, que es creciente para sus acciones.
En el otro lado nos encontramos con una volatilidad creciente, tanto a medio como a largo plazo para los títulos de Indra, con tendencia bajista a medio y largo plazo, un volumen de negocio que a medio plazo se muestra decreciente y el momento total, lento y rápido, que es negativo para el valor.
Para el estratega de mercado Ramón Bermejo en el caso de Indra “ha tenido una primera señal positiva que ha sido superar los máximos de la sesión del masado jueves en los 7,765 euros. Hay un hueco en 7,945 euros que podríamos llegar a cubrir, esto sería una recuperación del 2,03%. Otro elemento alcista sería vulnerar la línea de tendencia bajista de corto plazo en un cierre diario. El mercado está describiendo un posible patrón de doble mínimo, vulnerar su punto crítico representaría una señal de fortaleza”.
