Sánchez-Lozano aclaró que esta compañía, que todavía no tiene nombre y de la que se están ultimando los detalles, tendrá un funcionamiento parecido al de los operadores de bajo coste, pero "no será igual", en la medida en que permitirá aportar volumen de tráfico a las rutas de largo radio de Iberia.

El ejecutivo explicó que Iberia está en conversaciones con los sindicatos, por lo que aunque no hay un plazo para alcanzar un acuerdo, pero si el objetivo es que la nueva compañía comience a operar el 1 de noviembre, habrá que moverse "lo más rápidamente posible". "Nos vamos a mover con razonable rapidez, y así se lo hemos pedido a los representantes de los trabajadores", apuntó.

No obstante, Sánchez-Lozano aseguró que en la agenda no está previsto el trasvase de flota ni de plantilla ni una situación diferencial para el personal de Iberia en la nueva compañía. "No vamos a llevar a gente de Iberia para allá", apuntó.

Para Iberia, el reto es transformar el corto y medio radio para tener una estructura de costes que permita competir por precios y ganar dinero. "Desde nuestra estructura de costes no somos capaces de poner precios más bajos", admitió Sánchez-Lozano, quién señaló que ese es el objetivo por el que se crea la nueva compañía.

Al respecto, el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, aclaró que la competencia de las 'low cost', operando de punto a punto, y los precios, han supuesto una nivel de saturación "francamente importante" en estas rutas. Para Vázquez, la nueva compañía dará una "solución radical al corto y medio radio con una estructura de costes que alimente a la red de largo radio".

"No vamos a crear otra cosa", señaló para distinguir esta nueva compañía de Vueling, que Iberia controla con el 45% por su participación en Clickair, y que tiene su base en El Prat, y de su franquiciada Air Nostrum, que opera con aviones más pequeños. "Cada una tiene su sector de mercado. La una no pisa a la otra, dentro de que todas se pisan en un mercado bastante saturado", defendió.