Grifols A es noticia tras conocerse que ha iniciado la comercialización de Xembify en España. Se trata de una inmunoglobulina subcutánea al 20% para tratar inmunodeficiencias primarias y determinadas inmunodeficiencias secundarias. Se comercializa en EEUU desde 2019 y España es el primer país europeo donde este producto se comercializa. Está aprobada en varios países de Europa y en Australia. En 2023 además de en España, está previsto su lanzamiento en Gales (Reino Unido) y Australia y, en 2024 en Francia.
Se trata de una “noticia positiva”, destaca Pedro Echeguren, analista de Bankinter, en una nota en la que apunta que “las inmunodeficiencias primarias afectan a uno de cada 2.000 nacimientos”.
Grifols está desarrollando este producto para ampliar su comercialización en EEUU al tratamiento de infecciones de células B en EEU., un mercado cuyo tamaño potencial podría alcanzar 1.000 millones de dólares, recuerda el experto. La compañía no desglosa las ventas de Xembify.
Los analistas de Bankinter dan una recomendación de ‘neutral’ a Grifols, con un precio objetivo de 11,25 euros que está ligeramente por debajo de la cotización actual.
Las acciones de Grifols han vivido una auténtica montaña rusa en esta primera mitad de 2023. A día de hoy, acumula una subida de un 6,6% en lo que va de ejercicio, con la capitalización bursátil en unos 4.890 millones de euros.
Sin embargo, si se observa su gráfico, se pueden ver tres fases muy diferentes: una primera de ellas muy positiva, que elevó la cotización hasta un máximo de 14,36 euros (21 de febrero); una posterior caída en picado hasta un mínimo de 8,41 euros (20 de marzo); y una recuperación que se inició a principios de mayo, pero que está teniendo muchos altibajos. Desde sus mínimos acumula una subida del 36,5%.
El cambio de rumbo parece venir de la mano de la revolución en su cúpula, después de confirmar que Thomas Glanzmann sumó el cargo de consejero delegado al de presidente ejecutivo que ya ejercía.
Más recientemente, la compañía de hemoderivados anunció que se encuentra en negociaciones de una operación corporativa que le otorgue alrededor de 1.400 millones de euros. Se trata de la posible venta de una mayor parte de su participación en la empresa china Shanghai RAAS, en la que entró en 2020 y de la que es máximo accionista con un 26,2% del capital.
Grifols tiene suspendido el pago del dividendo a sus accionistas hasta que el endeudamiento de la compañía caiga por debajo de cuatro veces el ebitda. Con una deuda financiera neta de 9.300 millones de euros, en concreto el compromiso pasa por rebajar la ratio de 7,1 veces EBITDA a 4 veces en 2024. Al cierre del primer trimestre, el ebitda reportado por Grifols fue de 173,6 millones de euros.
La venta de la participación en China, junto con el plan de ahorro de costes implementado, deberían ayudar a reducir este endeudamiento y allanar el camino a la vuelta del dividendo.