"Es una previsión realista si se tienen en cuenta los hechos", defendió la titular de Economía, que también anunció una enmienda al texto legislativo para tener en cuenta las nuevas previsiones en materia de inflación.
Así, aunque anteriormente se barajaba una inflación del 2% en 2009, si se tiene en cuenta la bajada de los precios de las materias primas y del petróleo se rebaja medio punto y se trabajará con una hipótesis de inflación del 1,5% para el año que viene.
Por lo demás, Lagarde admitió que los efectos de la crisis sobre el crecimiento serán "claramente desfavorables", auguró que durarán "varios trimestres" y que, incluso si la respuesta del conjunto de países europeos ha sido "rápida, pertinente y pionera", dejará sobre la economía real "secuelas duraderas". La ministra alertó de que se trata de una crisis que dejará "secuelas" durante tiempo.
La rebaja de las perspectivas de crecimiento se dio a conocer el mismo día en que el ministro de Presupuestos, Eric Woerth, anunció también que el déficit público aumentará este año al 2,9% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 2,5% previsto inicialmente, y que en 2009 alcanzará el 3,1%.
El ministro argumentó que este incremento del déficit se produce por la revisión a la baja de los objetivos de crecimiento y por el descenso de los ingresos fiscales como consecuencia de la crisis actual.

