El FMI emitió su advertencia en un documento preparado para la reunión ministerial del G-20 que tuvo lugar en Reino Unido y que fue divulgado en Washington.

Ese mensaje caló en los líderes reunidos, que en su comunicado final prometieron mantener el respaldo a la economía hasta que la recuperación esté garantizada.

La vuelta al crecimiento primero en los mercados emergentes y después en Francia, Alemania, Japón y Estados Unidos, unido al alza de las bolsas a nivel mundial, ha hecho dar un suspiro de alivio al planeta, pero el Fondo teme que esa mejora lleve a la complacencia.

Al FMI le preocupa el empeoramiento de las cuentas fiscales en los países ricos, pero el peligro más acuciante es que la recuperación se pare.

"Es importante que los países del G20 mantengan las medidas de estímulo hasta que haya signos claros de una recuperación duradera", dijo.

A su juicio, la mejora actual de los indicadores en los países avanzados se debe a las inyecciones de dinero público y a la acumulación de inventarios, un fenómeno temporal, mientras que la confianza de los consumidores sigue deprimida.

La escasez de crédito, el deseo de las familias de recomponer sus cuentas y el aumento del desempleo frena el gasto, lo que hace que por ahora el repunte sea desigual y no sostenible, dijo.