En concreto, se trata de Caixa Geral de Depositos, Banco Comercial Portugues (BCP), Banco BPI, Caixa Economia Montepio Geral, Banif-Banco Internacional do Funchal y Santander Totta, filial de la entidad cántabra.

Fitch explica que estas rebajas reflejan la intensificación de las tensiones en materia de refinanciación y de liquidez, así como el deterioro de la calidad y la rentabilidad de los activos debido al empeoramiento de la recesión económica en Portugal.

También reflejan, finalmente, las inquietudes en torno al capital y los créditos, que se han convertido en riesgos soberanos ligados a la crisis de deuda de la Zona Euro.