El anuncio se produce poco después de que el ministro británico de Economía, Alistair Darling, apuntase que la entidad estaba recortando hasta el "mínimo legal" las primas que paga a sus empleados para adecuarlo a las necesidades del banco a largo plazo. La reducción de las primas supone, en opinión de Darling, el inicio de un "cambio cultural" en el modelo de retribuciones del sistema financiero británico.

Asimismo, el titular del Exchequer adelantó que en el futuro los bancos rescatados por el Gobierno abonarán las retribuciones en capital y no en efectivo. EL RBS repartió cerca de 2.500 millones de libras (2.830 millones de euros) entre sus empleados de todo el mundo en 2008, un ejercicio en el que la entidad estima haber anotado unas pérdidas de 28.000 millones de libras (31.700 millones de euros), la mayor cifra registrada en la historia del sistema financiero del Reino Unido.

Además de recortar las primas, el banco señaló también que congelará los salarios de sus empleados más antiguos o "senior", de los trabajadores de las filiales estadounidenses, y de la división de banca de inversión, la responsable de la mayor parte de las pérdidas registradas el pasado ejercicio. Este anuncio se produce una semana después de que el consejero delegado del RBS, Stephen Hester, defendiera el sistema de primas del banco ante el Comité del Tesoro de la Cámara de los Comunes al asegurar que era "necesario para retener a sus mejores empleados".

El Gobierno británico se ha tenido que enfrentar en las últimas semanas a la creciente indignación de diversos sectores de la sociedad y la política, que criticaban que los directivos de los bancos rescatados con el dinero de los contribuyentes -y culpables, para muchos, de la actual crisis- recibieran primas millonarias