Corría 1979 cuando estalló la segunda crisis del petróleo en Irán bajo los efectos conjugados de la revolución iraní y la Guerra Irán-Irak. En aquel entonces la producción de barriles diaria era de 6 millones y, ante la paralización, el precio del petróleo se multiplicó por 2,7 entre mediados de 1978 hasta 1981. Hoy Irán sienta las bases para una nueva crisis del petróleo ante la amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz, por donde circulan más de 10 millones de barriles diarios de petróleo (el 75% del petróleo proveniente del Golfo Pérsico). EE.UU. pretende anexionar a otros países a sus pretensiones de embargar el crudo iraní como castigo a sus pruebas de armamento nuclear y esto está presionando al alza los precios, pues la escasez se cotiza cara, y el temor al desabastecimiento mina el mercado. Los precios del petróleo se han disparado considerablemente en este inicio de año y podrían alcanzar precios astronómicos por estas tensiones geopolíticas. Como comenta Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets, “si se cerrara el paso del petróleo por el Estrecho de Ormuz el precio del crudo podría dispararse hasta los 200 dólares, afectando con ello también al crecimiento mundial”.

En el mercado se abre un escenario alcista para la especulación. De hecho, para el corto plazo, Javier Flores, responsable servicio de estudios y análisis de ASINVER, indica que “tanto el Brent como el West Texas han hecho formaciones de doble suelo que dan todavía proyección alcista de un 5% adicional sobre la cotización actual”

Sin embargo, en el medio plazo el escenario es más incierto. El estancamiento de algunas economías e, incluso la recesión en determinados países europeos, podrían afectar a la demanda del crudo. Por ello, Flores dice que “el crudo volverá a deprimirse un tiempo”. Si bien, “ver de nuevo al por debajo de los 100 dólares sería una buena oportunidad de compra a largo plazo. En cambio, el Brent está sujeto, con un componente más especulativo, a lo que muestre el próximo informe de la AIE y la próxima reunión de la OPEP.”

Eso sí, quien tenga pretensiones inversoras de más largo plazo está de enhorabuena, pues el escenario con mayor perspectiva temporal presenta una fuerte tendencia alcista gracias a la previsible recuperación de las economías. Desde ASINVER apoyan esta idea porque “ahora tenemos buenos datos macro en Estados Unidos y una mejor expectativa sobre la economía china que, aunque amenaza con crecer por debajo del 8% en 2012, su gobierno se muestra dispuesto a realizar estímulos que aceleren el crecimiento” y, precisamente del desarrollo del área emergentes se espera que provenga la mayor demanda de materias primas energéticas en los próximos años.

Ciñéndonos al aspecto técnico de ambos barriles de petróleo referenciales, Roberto Moro, de Apta Negocios, precisa que, “mientras el West Texas se mantenga por encima de 92,60 dólares, seguirá subiendo. Sin embargo, se ha topado con su resistencia de los 103,40 dólares. Si rompe este nivel, buscará, como mínimo, los 115 dólares. Por el contrario, si no puede con los 103,40, habría que abandonar las posiciones compradoras e, incluso plantearnos tomar cortas con objetivo en 95-96 dólares. El primer nivel que nos hace pensar a corto plazo que ese escenario pudiera funcionar son los 98,50 dólares”.

GRÁFICO WEST TEXAS:



El caso del Brent es parejo. Manuel Domínguez-Blanco, director general de TecDivisas y socio de LMAX, indica que “mantiene la tendencia alcista en el largo plazo. Solo tenemos que fijarnos en como el oscilador se mantiene de forma clara entre los niveles 40-80 y como el ultimo rally alcista ha formado una base solida entre el 38%-50% del retraso. La línea de tendencia RSI, sin duda moldea perfectamente la acción del precio y representa en estos momentos un fuerte punto de apoyo para alcanzar niveles de 115 incluso de 120. Es curioso como el canal bajista de corto plazo descontaba breakout o “momentum” de precio a partir de la ruptura del mismo en la dirección opuesta. Cierre semanal arriba de 113, 20 aceleran la proyección del precio hacia los niveles anteriormente mencionados. Nos fijamos en como el precio va testando esta resistencia de referencia".

GRÁFICO BRENT:



DATOS SOBRE EL PETRÓLEO IRANÍ:
Los países de la UE han llegado a un principio de acuerdo para imponer un embargo al crudo iraní en respuesta a los avances en el programa nuclear del régimen de Teherán.

España compra un 14% del petróleo importado en Irán y sería junto con Grecia e Italia el país europeo más afectado en caso de que la UE formalice su principio de acuerdo sobre el embargo de crudo iraní.
España importó 6,4 millones de toneladas de crudo de Irán en los diez primeros meses de 2011, prácticamente la misma cantidad que en el ejercicio anterior, lo que supone una cifra solo superada por las compras a Rusia, que alcanzan los 6,9 millones de toneladas, el 16% del total.
Irán exporta 450.000 barriles a Europa todos los días, el 30% de sus exportaciones totales.
Las exportaciones de petróleo iraní se dirigen principalmente a China, Japón, India y Corea del Sur (62%)
Japón baraja sanciones al crudo iraní, como la reducción de exportaciones procedentes del país y de operaciones con su banco central.