Algunos activos del gobierno griego serán privatizados y se reducirán los salarios del sector público en un intento de que el déficit del país quede bajo control y evitar una suspensión de pagos
. Todo ello para poder recibir el siguiente tramo de ayuda económica de parte del FMI y la UE.

El impopular paquete de austeridad prevé ahorrar 28 mil millones de euros a cinco años el paquete de con recortes de gastos y aumentos de impuestos

En su discurso antes de la votación, el primer ministro George Papandreou, dijo que "no hay plan B."

"Debemos evitar el colapso del país a toda costa. Ahora no es el momento de dar un paso atrás", dijo.

El jueves habrá una segunda votación sobre la aplicación de la ley.

El centro-derecha, principal partido de la oposición dijo que votaría en contra del paquete, y varios miembros del gobernante partido PASOK se opusieron a los recortes que los analistas han dicho que podría tener efectos graves en la sociedad griega. El plan fue respaldado por la mayoría de los 300 miembros del parlamento, incluyendo el diputado socialista Alexandros Athanassiadis, que había prometido previamente votar en contra.

Finalmente, el plan de austeridad ha sido aprobado por 155 votos a favor y 138 en contra.

Gran parte de la atención se había centrado en miembros independientes y disidentes de los partidos de la oposición a ceder a la presión internacional y aceptar el paquete a pesar de la oposición pública.

Los sindicatos griegos comenzaron una huelga de 48 horas como protesta en la Plaza Sintagma, frente al edificio del parlamento, se tornó violenta cuando los diputados empezaron a debatir el paquete de austeridad. La policía lanzó gases lacrimógenos para contener las multitudes y se enfrentaron a los manifestantes, que atacaron el edificio del Ministerio de Finanzas en Atenas al inicio de la votación.