"Está en la voluntad de los accionistas decidir sobre Iberdrola", señaló De Almeida sobre la firma española, que no ocupa un puesto en los órganos de dirección de EDP aunque tiene derecho al controlar el 9,5% del capital de la empresa portuguesa.Reconoció que, sin embargo, tanto Iberdrola como cualquier otra compañía extranjera debe ser tratada con respeto, ya que de otra forma se pone en peligro la inversión foránea en Portugal.Además, matizó que si Iberdrola se siente perjudicada por la legislación portuguesa tiene el derecho de acudir a los tribunales.La junta general de EDP aprobó a finales del pasado marzo la entrada de empresas competidoras, como Iberdrola, en los órganos sociales de la compañía, aunque estableció condiciones.