En primer lugar, intentaremos desvelar algunas de las claves para tal comportamiento, lo que nos permitirá evaluar si se trata de una buena opción de inversión para los próximos meses. La primera premisa básica a tener en cuenta es que las bolsas no se basan en la foto macroeconómica actual, sino que anticipan lo que sucederá en los próximos meses. Así pues, aunque la situación económica actual es delicada, parece que para los próximos meses podríamos asistir a una cierta mejora de algunos indicadores, arrastrados por la incipiente mejora de la locomotora alemana, aunque obviamente el ciudadano de a pie aún tardará en ver efectos reales sobre la economía, y sobre todo, sobre el empleo.

Otra cuestión de gran importancia es la volatilidad y características de cada mercado. La bolsa española tiene tendencia a amplificar el comportamiento de los grandes mercados de referencia, como las bolsas de Nueva York, Frankfurt, París o Londres, debido a su menor número de empresas cotizadas y menor volumen de negocio: ello tendría sus ventajas, ya que por ejemplo, en momentos de mercado alcista, en que se pueda estar anticipando la recuperación económica global, como podría estar sucediendo ahora, nuestro mercado se comportaría mejor que otros en términos relativos, a pesar de estar entre los países que tienen peores expectativas económicas.

Sin embargo, cabe preguntarse hasta qué punto cuando invertimos en un fondo de inversión de renta variable española, estamos asumiendo una exposición de riesgo sobre la economía española: ¿hasta qué punto es hoy Telefónica una empresa estrictamente española, cuando ya realiza una gran parte de su facturación en otros países? Y es que si invertimos en el Ibex 35, estamos comprando una cesta de acciones de empresas con sede en España, pero los pesos pesados del índice están fuertemente internacionalizados, por lo que su diversificación internacional de negocio parece jugar, en momentos como el actual, en favor de su cotización. La globalización, pues, nos obliga a realizar un análisis más cuidadoso; las clasificaciones en categorías de fondos de inversión continúan siendo útiles, pero van adquiriendo un valor más relativo, que el inversor y su asesor deben tener muy en cuenta.

También tenemos que hablar de la incidencia que pueden tener algunos fondos en concreto a la hora de evaluar las rentabilidades de las categorías de fondos de inversión. En el caso que nos ocupa, si miramos el detalle de los fondos más rentables del último trimestre, nos damos cuenta de que en las primeras posiciones aparecen fondos como el BBVA Bolsa Ibex Quant FI o el Foncaixa Bolsa España 150 FI. Ambos fondos se caracterizan por la posibilidad que tiene su gestor para incrementar la exposición a la renta variable más allá del 100% del patrimonio del fondo a través de productos derivados, en fases alcistas de los mercados, o bien de reducir dicha exposición en fases bajistas, lo que supone que en fases alcistas se da un cierto apalancamiento. El resultado es que si el gestor lo hace bien, la rentabilidad del fondo será mayor, lo que parece haber sucedido en los casos mencionados, motivo por el que felicitar a sus gestores. Sin embargo, el inversor o su asesor tendrá que valorar la mayor volatilidad que este tipo de gestión puede conllevar, por lo que tendrá que asegurarse de que el producto se adapte a su perfil inversor.

Las causas que acabamos de mencionar para que los fondos referenciados a la renta variable española tengan un mejor rendimiento relativo, se van a mantener, en nuestra opinión, en los próximos meses. No creemos en una recaída de la economía mundial, aunque sí sabemos que la recuperación va a ser gradual y progresiva, y más en el caso de España. De cumplirse este escenario, las bolsas tendrían potencial alcista y la bolsa española como la que más, aunque pueda parecer raro, debido a los factores que hemos mencionado. Por tanto, siempre que el inversor cumpla con el perfil adecuado, consideramos que dichos fondos deben formar parte de una cartera de inversión bien diversificada, haciendo una cuidadosa selección en función de la calidad de su gestión y del ratio de rentabilidad esperada sobre volatilidad.