"La situación en que operan los bancos en el Reino Unido es de extremo desafío y seguirá así durante un tiempo", añadió.

A diferencia de otras instituciones bancarias británicas, como el Royal Bank of Scotland o el Lloyds Banking Group, el HSBC no necesitó el año pasado ayuda del contribuyente británico a raíz de la crisis crediticia global.

No obstante, a principios de este mes, el HSBC informó de que planeaba una ampliación de capital de 12.500 millones de libras (14.125 millones de euros) a través de la emisión de nuevas acciones para afrontar el impacto de una situación que consideró incierta.