El tono del dólar se mantuvo débil, aunque se recuperó del mínimo de 15 años frente al yen y del mínimo de ocho meses frente al euro después de que los débiles datos de empleo de Estados Unidos del pasado viernes impulsaran las expectativas de que la Reserva Federal lleve a cabo una política monetaria más expansiva, y después de que el G7 y el Fondo Monetario Internacional no avanzaran en lo que mundialmente se conoce como "las guerras de divisas".

El dólar corrigió su caída a 81,37
yenes, el euro subía a 1,4012 dólares