British Airways e Iberia anunciaron a finales de julio el inicio de conversaciones para su fusión mediante un canje de acciones. Los directivos de ambas compañías dijeron en su día que se encargaría a los bancos de inversión el fijar la ecuación de canje correspondiente. Según un informe de Fortis publicado en aquella fecha, y teniendo en cuenta que BA valía el doble que Iberia antes del anuncio, el peso del grupo británico en la nueva compañía ascendería al 66% y el de Iberia, al 34%. No obstante, Fortis dijo que
esta ecuación cambiaría a favor de Iberia teniendo en cuanto los precios de cotización de los últimos seis meses previos al anuncio o los precios objetivo fijados por los analistas para ambas compañías. 'Será un proceso largo de negociación hasta que se fije el canje pero trabajaremos en plena sintonía con el equipo gestor', dijo la fuente. PROTAGONISMO DE CAJA MADRID
Caja Madrid es el principal accionista en Iberia, con un 23% del capital y tres representantes en el consejo de administración compuesto por 12 miembros. British Airways tiene dos consejeros y El Corte Inglés cuenta con un 3,3% del capital y un representante. Los demás consejeros son independientes. El holding público Sepi, que ostenta desde la privatización de Iberia una participación remanente del 5%, no tiene ningún representante en el consejo. Según el diario Expansión, Caja Madrid quiere tener un fuerte peso en la nueva compañía para controlar mejor la actividad del aeropuerto madrileño, que desempeña un papel estratégico para la región y representa más del 10% del PIB de la Comunidad de Madrid. 'Es normal que Caja Madrid vigile sus propios intereses en la compañía aérea y la actividad del aeropuerto madrileño', dijo el broker portugués BPI aunque agregó que estas negociaciones no deberían poner en peligro el proceso de fusión. El broker portugués BPI dijo que teniendo en cuenta la capitalización actual de BA y de Iberia, al grupo español le correspondería un 35% en la nueva compañía.