En el primer trimestre de 2007 el crecimiento del PIB fue del 11,1 por ciento, desde un 10,5 en el segundo semestre de 2006. Las razones clave fueron unas exportaciones superiores a lo esperado y unas importaciones inferiores, así como una política menos estricta y equilibrada de lo esperado.En su informe trimestral, presentado en Pekín, el BM indica que a pesar de esta subida, el patrón de crecimiento permanece inalterado, impulsado por la industria y reforzado por el comercio exterior y la inversión.En este sentido, el BM prevé que el abultado superávit comercial chino alcanzará a finales de este año un 11 por ciento del PIB.El año pasado este superávit alcanzó los 177.500 millones de dólares (132.040 millones de euros) tras incrementarse un 74 por ciento, lo que disparó las reservas de divisas chinas -las mayores del mundo- hasta los 1,2 billones de dólares.Las exportaciones chinas hacia la Unión Europea y los países en desarrollo aumentaron en los tres primeros meses del año.Además, las reservas de divisa siguieron creciendo y la inflación se disparó debido al incremento de los precios de los alimentos en los mercados internacionales, que ha afectado a China con un fuerte repunte del precio de la carne y los huevos hasta el punto de que el primer ministro, Wen Jiabao, ha visitado los mercados para calmar a los consumidores.Mientras, las bolsas chinas continúan su tendencia al auge, indica el informe del BM, redactado antes de que hoy haya entrado en vigor de forma repentina una medida que triplica el impuesto sobre transacciones de acciones bursátiles hasta un 0,3 por ciento.El rumor de que esta medida podía aplicarse causó un desplome de las bolsas chinas en febrero con una fuerte repercusión en el resto de parqués internacionales.El análisis fue presentado por el economista jefe del BM en China, Bert Hofman, y por el propio autor, Louis Kuijs, de la misma entidad.Recomiendan estos expertos a China que la medida clave más acuciante es reequilibrar la economía, cambiar el patrón de crecimiento y de producción desde el sector industrial al de servicios, apoyarlo más en la demanda doméstica y potenciar un desarrollo más sostenible.Las perspectivas de crecimiento de China siguen siendo buenas y las políticas macroeconómicas pueden centrase en la liquidez y en reequilibrar el patrón de desarrollo, concluye el informe