El índice cotizando cerca de sus máximos históricos y compañías con un panorama nada halagüeño. Es el diferencial que viven algunas de las compañías alemanas respecto a su índice de referencia. ¿La más representativa? Commerzbank. Bien sea porque se encuentra en un sector que, a día de hoy, todo el mundo mira con lupa o simplemente porque el interés inversor no consigue filtrarse, lo cierto es que la entidad recibe la puntuación más baja en los indicadores de la Zona Premium
de Estrategias de inversión.

De un total de 9 puntos que obtiene el índice de referencia, la entidad alemana cuenta con una puntuación de 1.5% puntos. No es de extrañar si pensamos que el sector tiene todavía lagunas importantes de solvencia. Hoy mismo se ha publicado una nueva estimación del regulador bancario alemán, BaFin, que fija en 14.000 millones de euros la cantidad que le quedaría a la banca alemana para cumplir con Basilea III. Estas entidades, entre las que se incluirían Deutsche Bank y Commerzbank, lograron reducir sus necesidades de financiación en 32.000 millones en la segunda mitad del año gracias a la presión de los inversores para mejorar sus balances. Una operación que realizaron deshaciéndose de activos no estratégicos y recalculando el riesgo vinculado a otros.

Recientemente además la entidad inició una ampliación de capital con la emisión de 555 millones de nuevas acciones para devolver la ayuda estatal que le queda por pagar y la participación de la aseguradora Allianz. Desde el punto de vista técnico, los indicadores no permiten ser muy optimistas, solo aupados por un volumen de medio plazo creciente.



Un valor que, a día de hoy, sigue siendo bajista, según muestra el gráfico de la tendencia a medio plazo del valor en el que las medias móviles simples (de 14 y 40 sesiones) se mantienen cruzadas a la baja y con unos indicadores de momento por debajo del nivel de cero, cuya superación nos indicaría mayores movimientos en el precio respecto a sesiones anteriores.