Bruselas ha tumbado la idea del responsable de Servicios Financieros, Michel Barnierde, de dar poderes a la Autoridad Europea de Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) para que pueda suspender durante dos meses la calificación de los países en crisis
. Su objetivo era, según ha explicado Barnier, evitar "añadir inestabilidad a la inestabilidad".

También se ha rechazado la iniciativa de Barnier de prohibir fusiones entre las grandes agencias de 'rating'. "Mi idea era que una agencia con una cuota de mercado de más del 20% en Europa no pudiera adquirir otras agencias", ha admitido el comisario. Pero también en este caso la Comisión se toma más tiempo para analizar si esta medida es compatible con el derecho de competencia.

Estas propuestas sólo han sido suspendidas de momento, pero se podrían volver a retomar en un futuro.

 La única iniciativa novedosa que ha sobrevivido en la nueva norma consiste en exigir a las agencias de 'rating' que avisen con 24 horas de antelación a un país si planean rebajar la nota de su deuda pública para darle una última oportunidad de presentar alegaciones. Para evitar turbulencias en los mercados, las notas sólo podrán publicarse tras el cierre de las bolsas europeas o al menos una hora antes de su apertura.