Esta emisión está dirigida a los poseedores de participaciones preferentes emitidas fundamentalmente entre 2002 y 2004, aunque hay una colocación de 2008. Estos inversores podrán decidir libremente si canjean o no sus títulos. En caso de canje, los bonos tendrán una rentabilidad anual del 6,5%, cuando las preferentes están pagando un dividendo del 3,5%.

La conversión en acciones de los bonos se hará en dos tramos. La primera mitad será en junio de 2012 y la siguiente, un año después. Sin embargo, BBVA se reserva la posibilidad de decidir el canje en títulos coincidiendo con el pago del cupón.

Las participaciones preferentes son perpetuas, BBVA no tiene obligación de re comprarlas en un momento determinado. Eso sí, si el banco decide rescatarlas, tiene que pagar el importe íntegro a los tenedores y en efectivo. Los bonos convertibles, en cambio, tienen fecha de caducidad, pero también el riesgo de ser convertidos en acciones en un mal momento para el inversor, lo que podría implicar pérdidas para los dueños.