Saénz explica que los beneficios contribuirán a mejorar aún más el ratio de capital básico, que podría situarse el nivel del 8,5%, un punto porcentual por encima del nivel actual, que en junio se colocaba en el 7,5%.

Llegado a este punto, indica el consejero delegado, la entidad tendrá que tomar la decisión de pagar un dividendo o continuar con este ratio hasta que se disipe el horizonte legislativo internacional impuesto tras el nacimiento de la crisis.

En este sentido, el consejero delegado considera "adecuado" un ratio de capital del 7% y deja claro que la entidad ve probable destinar este exceso de capital a retribuir a sus accionistas de manera extraordinaria.

El Santander ha llevado a cabo varias ampliaciones de capital recientemente para hacer frente a sus últimas adquisiciones, aunque Sáenz señala que de momento el banco no tiene previsto acometer grandes proyectos de expansión en Estados Unidos ni en Asia.

Además, el banco culminará el próximo 4 de noviembre la última de las operaciones de ampliación anunciadas para retribuir a sus accionistas mediante el pago del dividendo en efectivo o mediante acciones.

No obstante, Sáenz defiende que el crecimiento del banco no se ha debido exclusivamente a la tesorería central de la matriz, sino a la buena gestión y el buen funcionamiento de cada una de las filiales, al tiempo que descartó que los bancos grandes requieran más capital que los pequeños para funcionar mejor.